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Nueva York, Estados Unidos. 8 de enero de 2019.- El ‘juicio del siglo’ en contra de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, ha dejado de lado a los grandes narcotraficantes como testigos protegidos del gobierno estadounidense.
Este martes se sentó frente al jurado Stephen Marston, un agente del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), quien se infiltró en el Cártel de Sinaloa y descubrió una red de celulares encriptados con una tecnología altamente avanzada.
Marston se reunió con Christian Rodríguez, colombiano experto en información tecnológica, quien desarrolló para el Cártel de Sinaloa una red de comunicación cifrada para que sus miembros pudieran comunicarse sin ser intervenidos por autoridades o enemigos.
Desde la recóndita sierra de Sinaloa, donde El Chapo e Ismael Zambada, El Mayo, mantenían sus escondites, estos celulares encriptados funcionaban perfectamente.
El FBI investigó durante un tiempo a Christian Rodríguez, luego, Marston se reunió con el experto y le ofreció colaborar con las autoridades estadounidenses: traicionar a El Chapo. Rodríguez accedió.
El experto colaboraba con el Cártel de Sinaloa a través del colombiano Jorge Cifuentes, quien ya ha declarado en el juicio contra El Chapo. Así, el FBI logró interceptar alrededor de mil 500 llamadas, de las cuales 200 son de Joaquín Guzmán.
La voz del líder del Cártel de Sinaloa se identificó al compararse con la entrevista que Guzmán Loera dio a la revista Rolling Stone.
Marston declaró que los servidores de esta compleja red de comunicación estaban en Canadá en un principio, pero luego fueron cambiadas a Países Bajos, hecho que el colombiano aprovecho para darle al FBI las claves de la encriptación.
Entre las llamadas que fueron interceptadas se encuentra una plática entre El Chapo y miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) presentadas en el juicio hace unas semanas.
De acuerdo con información de La Silla Rota, esta no es la primera vez que El Chapo es involucrado con celulares encriptados. En marzo del año pasado, el FBI dio a conocer la captura del CEO de la empresa Phantom Secure, Vincent Ramos, dedicada a vender celulares encriptados y modificados para una mayor seguridad. El Cártel de Sinaloa era uno de sus mayores compradores.
Phantom Secure tomaba celulares Blackberry y los modificaba: les quitaba micrófono, cámara, navegación, Internet y los servicios de mensajería, además, les instalaban un sistema de correo encriptados. Incluso, si un cliente era arrestado, se destruían los datos en su teléfono.
De acuerdo con el FBI, estos celulares seguros terminaban en ‘líderes de alto nivel de nefastas organizaciones criminales transnacionales’.
Con Phantom Secure, Vincent Ramos obtuvo, en los últimos años, 80 millones de dólares proporcionando un servicio diseñado para que los delincuentes de cualquier parte del mundo logren realizar sus crímenes sin ser detectados.
El FBI precisó que el número de usuarios de dichos teléfonos encriptados alcanza hasta las 20 mil personas. Pero con la aprehensión de Ramos fue desmantelada la red de Phantom Secure.
Esta red de celulares encriptados podría ser la que se refiere Stephen Marston, pues también mantenía su sede en Canadá.
Con información de La Silla Rota, BBC Mundo y Milenio.