David Salcedo | Acustik Noticias
Pasaron 40 días y los cerdos con la Peste Porcina Africana (PPA) que fueron encontrados en México se sacrificaron de manera humanitaria. El Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa) se desactivó, ya que -aunque en cierta lúgubres- el virus fue erradicado y controlado en su movilidad por tierra, mar y aire, las exportaciones de la carne porcícola cayeron drásticamente y el consumo interno de insumos (alimentos, cuidado o mantenimiento) también tuvo una caída notable para este sector.
Por su parte, las granjas familiares y tecnificadas tienen un apoyo económico temporal, pues al ser una emergencia nacional, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) puede usar recursos no contemplados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
Hoy por la tarde concluyó el Megasimulacro de PPA llevado a cabo en el Centro de Operaciones de Emergencias Sanitarias (COES), del Senasica donde estuvo presente el director general de Salud Animal de esa dependencia, Juan Gay Gutiérrez, y el director de la Comisión México-Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales (CPA), Roberto Navarro López.
Por eso es importante la prevención, el cuidado, la sanidad e informarse sobre las amenazas no solamente en el caso de los porcinos, sino también de la agricultura en general, para evitar que familias enteras pierdan sus ingresos y que la economía mexicana (junto con las relaciones comerciales) caiga en una inestabilidad para prevenir el sacrificio animal.
Dicha simulación duró 72 horas continuas, empezando el pasado martes 24 de septiembre.
Desde entonces (en el imaginario) se reportó un brote de la PPA en ocho estados del país, como Puebla, Guanajuato, Nuevo León, Yucatán, Chiapas, Querétaro, Sonora y San Luis Potosí, quienes notificaron al COES. Al confirmarlo, activaron en menos de 24 horas el Dinesa, un dispositivo que reúne a diversas dependencias gubernamentales para controlar pestes y plagas que pongan en peligro la salud animal o de flora a nivel nacional.
Los primeros 20 días fueron narrados por Acustik Noticias. En ese tiempo, las diversas dependencias se centraron en tres cosas: revisar los puntos de entrada-salida comercial y turística; informar a la población sobre los síntomas y peligros de la PPA, y buscar el origen de la posible peste.
Para hoy 26 de septiembre, (en la simulación) pasaron 40 días desde la primera notificación. Según personal del Senasica, se encontraron diversas causas por la cuales entró el virus.
Por ejemplo: ayer mencionamos que en Yucatán había una supuesta implantación bioterrorista. En Sonora, la PPA entró por medio de alimentos de origen desconocido que compró un porcicultor para sus animales. En Puebla se dio el caso de que un cerdo estuvo en contacto con otro cerdo enfermo.
Luego de la confirmación, en todos los estados, pusieron cercos de un radio de 10 kilómetros, en donde los animales (cerdos y jabalís) no podían salir. Los infectados fueron sacrificados y en el caso particular de Mérida, fueron destinados 23 millones de pesos.
Posteriormente, Erik Rojas, uno de los coordinadores técnicos del COES, indicó:
En los casos comerciales, se tendrá que negociar con cada país para recuperar la confianza, pero es seguro que será difícil recuperar la economía del sector porcino”.
Al terminar la simulación solo queda contar los daños, analizar en cuánto se pueden calcular las pérdidas y determinar el tiempo que podría llevar a cada estado recuperar su actividad, no solamente para los círculos primarios de porcicultura, sino, además, aquellos que dan insumos para mantener este sector.
Las pérdidas (en el Megasimulacro) están, pero en el caso externo, en la vida real del acontecer, prevenir siempre será mejor que lamentar.
En los últimos diez años, México ha registrado una tasa de crecimiento anual del dos por ciento en la producción de cerdo; es decir, más de mil 364 toneladas de carne. Solamente en 2016, representaron un 1.24 por ciento de forma mundial.
Fotos: Sader y Pixabay