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Argumentando que va en contra del séptimo mandamiento de la Biblia (‘no robarás’) la Iglesia católica reprueba el culto popular al llamado Santo Niño Huachicolero, palabra que, además, considera que ha tomado especial relevancia en el marco del combate al robo de gasolina puesto en marcha por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con un escrito enviado a Proceso, el Canónigo Penitenciario de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, dijo que:
La Iglesia católica censura totalmente el culto al santo niño huachicolero, ya que es una práctica supersticiosa producto de la ignorancia y da la mala formación cristiana de las personas que lo veneran”.
Empieza a crearse “una especie de patronazgo de la delincuencia", dijo el sacerdote Hugo Valdemar https://t.co/l9F1xdSQXc
— Proceso (@revistaproceso) January 22, 2019
Con respecto a vestir al Niño Jesús de huachicolero, Valdemar expresó:
Pareciera algo simpático o como una muestra ingenua de devoción popular, pero en realidad es algo diabólico. Podríamos situarlo como un pecado contra el Espíritu Santo, que consiste en atribuirle las obras de Dios al demonio”.
Sobre el séptimo mandamiento de la Iglesia Católica, el miembro de la Arquidiócesis puntualizó que es ‘blasfemo’ creer que Dios bendice ‘un robo en el que además está metido el crimen organizado y está manchado de sangre y corrupción’.
Tras lo dicho, Valdemar consideró que el culto al Santo Niño Huachicolero es todavía ‘más grave’ que los cultos a la Santa Muerte o a Jesús Malverde, pues en estos dos no son imágenes sagradas las que se veneran.
Los obispos y sacerdotes de México nos unimos al dolor que sufre Tlahuelilpan y comunidades cercanas de la Diócesis de Tula. https://t.co/EXQA8EM0cJ
— CEM (@IglesiaMexico) January 19, 2019
Finalmente, se señala que la ‘veneración’ al Santo Niño Huachicolero inició en Puebla en 2016, concretamente en el llamado Triángulo Rojo, que abarca los municipios de Tepeaca, Tecamachalco, Quecholac y Palmar de Bravo, en donde los huachicoleros buscaban a través de este santo ‘protección divina’ para sus prácticas ilegales. El escrito concluye:
Desde hace algunos años comenzó a darse este culto en el estado de Puebla. Sobre todo en las zonas de la arquidiócesis de Puebla y de la diócesis de Tehuacán. Más que de la blasfemia, este culto es producto de la ignorancia. Ya es hora de ponerle un alto”.
El Santo Niño Huachicolero es un Niño Jesús que sostiene en una mano una manguera para extraer gasolina, la cual está conectada a un bidón de plástico. Su imagen es muy similar a la del Santo Niño de Atocha que se venera en Zacatecas, solo que este sostiene un báculo y un ramo de flores.
Con información de El Universal, El Imparcial y Noticieros Televisa.
Fotografía de Noticieros Televisa.