En su segundo día de declaraciones, El Gordo detalla lujos de El Chapo

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Acustik Noticias

Nueva York, Estados Unidos. 27 de noviembre de 2018.- El segundo testigo propuesto por los Estados Unidos en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, es Miguel Ángel Martínez Martínez, El Gordo o El Tololoche, quien fuera piloto del Cártel de Sinaloa. En su segundo día de declaraciones detalló la vida de lujos y opulencia de El Chapo en sus primeros años como narcotraficante.

El Gordo continuó narrando los primeros años de El Chapo como capo de la droga, justo cuando dejó atrás su pasado pobre en la sierra de Sinaloa para convertirse en El Rápido, pues era el más veloz en el tráfico de cocaína colombiana a los Estados Unidos.

Debido a que los cargamentos de cocaína eran voluminosos, aportaron al Chapo beneficios económicos con los que se dio cuanto placer quisiera. De acuerdo con El Gordo, a principios de 1990 se encontraba en el ‘mejor negocio del mundo’, pues aprovechó ‘que se agarró del boom cocainero’ en Estados Unidos.

Asimismo, narró que el cambio de vida de Joaquín Guzmán fue fulgurante, ‘cuando lo conocí no tenía jet. En 1990 ya tenía cuatro’, y también tenía ‘casas en todas las playas y ranchos en todos los estados’.

Al respecto, describió que tenía una casa en Acapulco, Guerrero, ‘muy bonita’ con varias piscinas y canchas de tenis, y con un valor de 10 millones de dólares. Ahí tenía el yate llamado Chapito. También describió el zoológico que tenía en Guadalajara, Jalisco, con ‘leones, tigres, panteras y venados’, asegurando que los turistas podían visitarlo gracias a un ‘trenecito’.

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El Gordo también dijo que viajaron por todo el mundo, tanto por negocios –en la búsqueda de más fuentes de droga, especialmente heroína asiática–, como por placer –las apuestas eran una fascinación para El Chapo–. Los países que más visitaron fueron Brasil, Argentina, Japón, ‘toda Europa’ y hasta Macau ‘para jugar’.

Con respecto a la vida privada de Joaquín Guzmán, Miguel Ángel Martínez dijo que podía mantener a la vez entre ‘cuatro y cinco mujeres’. Y señaló que su vanidad lo llevó a Suiza para internarse en una clínica en la que ‘ponen células para mantenerte joven’.

Finalmente, El Gordo narró que parte de esta opulencia la compartía El Chapo con sus trabajadores y lacayos. A él en una ocasión le obsequió un reloj Rolex con brillantes y un diciembre regaló más de 50 coches de lujo, cada uno con un valor por encima de los 30 mil dólares.

Con información de El Universal y Cadena Noticias.

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