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Estados Unidos. 19 de diciembre de 2018.- Cuando Pedro Flores conoció a El Chapo Guzmán en 2005, el capo mexicano se fijó en el atuendo del narcotraficante.
El Chapo vestía un pantalón de mezclilla y una gorra de baseball; por su parte, Pedro vestía una camisa y un short.
Tras llegar a un acuerdo con el que Flores compraría la droga del Cártel de Sinaloa para venderla en Estados Unidos, El Chapo estaba tan satisfecho por el trato que le dijo bromeando:
Con el dinero que vas a ganar podrás pagar el resto de tus pantalones”, refiriéndose a los pantalones cortos.
Años después, Pedro Flores mantuvo un segundo encuentro con el Chapo y le hizo un regalo: unos pantalones cortos muy similares a los que él usaba durante la primera reunión.
#Opinión “Desde una balacera en 1993 hasta 'El Chapo' y sus sobornos”, escribe @adelanavarro https://t.co/VgqAMfurdp pic.twitter.com/92OFopUN57
— Sin Embargo MX (@SinEmbargoMX) December 19, 2018
El Chapo se carcajeó tras el peculiar regalo que recibió del ciudadano estadunidense que recibió una condena de 14 años de prisión luego de declararse culpable de cargos relacionados con el tráfico de drogas.
Pedro Flores inició a cargar con bolsas de cocaína a los siete años de edad, mientras residía en Chicago. Pedro terminó siendo un narcotraficante imprescindible para El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, líderes del cartel de Sinaloa.
Flores terminó por traicionar a los capos hace una década, cuando se entregó a la agencia antidrogas estadounidense.
En su carrera, Pedro Flores y su hermano movieron alrededor de 60 toneladas de cocaína y otras por todo Estados Unidos. El negocio mejoró cuando los hermanos Flores contactaron con El Chapo Guzmán y con Ismael El Mayo Zambada.
Con información de La Silla Rota y Reporte Índigo.