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A través de Twitter, un joven llamado Gerardo Carrasco compartió un hilo en donde detalló paso a paso que fue víctima de un secuestro exprés en la zona de Polanco, ubicada en la Ciudad de México.
En la primera publicación el hombre escribió que su propósito de hacer el relato público sucedió es para que las personas tomen en cuenta algunos factores y no sean víctimas de un acto delictivo.
En el segundo tuit indicó que los hechos ocurrieron el pasado sábado 20 de julio del año en curso a las 5:00 horas sobre la Avenida Presidente Masaryk, cuando se encontraba terminando de cenar unos tacos.
Posteriormente publicó:
Un tipo amigable y bien vestido (35-40 años) se acerca y pregunta ¿a dónde van? Nos dijo que cobra más barato que el Uber. Yo tenía prisa de llegar a mi departamento, estaba ya cansado. Se echó un chiste y nos dio confianza. Dijo que era taxi ejecutivo” [sic].
En el cuarto tuit revela que en ese momento apenas estaba comenzando ‘la pesadilla’ debido a que tres hombres se acercador el vehículo y los encañonaron:
Abordamos un Passat negro y comenzó la pesadilla. A unas cuantas cuadras, en la esquina de Masaryk y la lateral del periférico, abren las puertas al mismo tiempo 3 tipos vestidos de negro, nos encañonan con pistola y empiezan los gritos, golpes y amenazas” [sic].
Y agregó que probablemente el conductor de la unidad estaba coludido con los asaltantes:
Mientras me golpeaban con el puño y cortaban cartucho en mi cabeza, pedían que agacháramos la mirada sino ‘nos quebraban’. Jamás le dieron instrucciones al conductor, lo cual reflejaba complicidad, por lo que asumo que es parte de la misma banda” [sic].
En la sexta publicación indicó:
Nos dieron un paseo en las calles detrás de Avenida de las Palmas, mientras iban sacando tarjeta por tarjeta pidiendo cada uno de los códigos y NIP. Lo mismo con el celular y las claves para acceder a las aplicaciones bancarias. Quien iba en el asiento del copiloto anotaba todo” [sic].
Asimismo, detalló que por un momento temió por su vida y por la salud de su amigo:
La violencia física y verbal no disminuyó, por más que coperábamos. Terminamos en periférico rumbo al norte, alcanzaba a ver poco por la ventana. Juré que una vez sacándonos toda la información nos iban a matar y aventar a algún lugar fuera de la CDMX” [sic].
Posteriormente escribió:
La ‘vuelta’ duró alrededor de media hora. Gracias a Dios, nos terminaron aventando en alguna calle en la Colonia Alce Blanco, en Naucalpan. Después de unas cuadras, un buen samaritano nos prestó 20 pesos y un celular y pude pedirle a alguien que fuera por nosotros” [sic].
Casi al finalizar la historia refirió que aún recuerda ese momento con exactitud:
Sé que lo que viví es cosa de niños a comparación de lo que han sufrido miles de familias en la Ciudad de México. Sin embargo, lo mio pudo haber terminado en tragedia. La boca aún me sabe a metal de la pistola de estos hijos de puta” [sic].
En las últimas dos publicaciones indica que va a presentar una demanda por lo ocurrido a pesar de que no confíe en las acciones de las autoridades; asimismo, exhortó a la ciudadanía a escarmentar en cabeza ajena y evitar ser víctimas de estos delincuentes.
Con información de Excélsior y Twitter.
Fotos: Twitter.