Emma, un corazón caminante
Cientos de kilómetros son los que separan a Emma Morosini de su objetivo.
Por Fernanda Padilla | Corresponsal Acustik Noticias
San Luis Potosí, SLP. – 26 de abril de 2018.- Bajo un sol incandescente avanza esta italiana de 94 años de edad, quien por cuarta ocasión recorre a pie la carretera 57, con dirección hacia la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México para visitar a la virgen de Guadalupe.
“He recorrido todo el mundo para adorar a la virgen siempre a pie, la virgen de Guadalupe está en el corazón, me he enamorado”
Emma, voló a Monterrey, Nuevo León, desde Italia el pasado 22 de marzo con la intención de llegar caminando hasta la Basílica de Guadalupe, y a pesar de su edad cuenta con una excelente condición física.
A su paso por San Luis Potosí autoridades municipales y federales la acompañaron mientras caminaba por la Carretera 57, rumbo a Querétaro, ciudad a la que espera llegar antes de concluir el mes de abril.
Emma resaltó el gran corazón de los mexicanos, así como la bondad con la que cuentan, ya que a pesar de que existe gran pobreza le han brindado un espacio para descansar después de sus largas jornadas de recorrido.
“Mis amigos me dicen tú estás loca, a esta edad como vas a andar en los caminos, (…) la policía me ha encontrado y me han dicho no, tú solita no vas, nosotros te acompañamos”.
Emma recorrió sola Saltillo y Matehuala, hasta que arribó a San Luis Potosí donde las autoridades se ofrecieron a acompañarla en su camino.
No se cansó de agradecer la generosidad de los mexicanos quienes detienen su camino para ofrecerle su apoyo.
“Me ha gustado mucho, no me lo esperaba, (…) como el corazón de los mexicanos ninguno”.
Su cabello teñido de nieve por los años y las arrugas de sus manos y su rostro, reflejan la experiencia que tiene Emma de la vida.
“El domingo no camino, es día del Señor y se puso a descansar”.
Entre chistes, anécdotas y muchas sonrisas, Emma, la peregrina que voló desde Italia para volver a ver a la morenita del Tepeyac, nos permitió formar parte de su travesía.
Ella sabe que el camino es largo y en ocasiones cansado, pero todo el esfuerzo vale la pena porque sabe que pronto estará adorando a la Virgen de Guadalupe.