El Ingeniero: el narco que lavó dinero en el futbol mexicano

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Acustik Noticias

Ciudad de México. 11 de diciembre de 2018.- Tirso Martínez Sánchez trabajó para el narcotráfico durante muchos años, y al lado de los capos más grandes. Por esta razón, es que muchos apodos son los que carga. Algunos los llamaron El Mecánico debido a que traficaba droga dentro de trenes; otros lo apodaban El Futbolista porque lavaba dinero en el fútbol mexicano; otros lo llamaron El Doctor o El Ingeniero.

Como la mayoría de las historias de aquellos que se involucran en el mundo del narcotráfico, Tirso tuvo complicaciones económicas desde temprana edad, por lo que tenía que ganarse la vida boleando zapatos y lavando automóviles. Y por lo que, en los años donde el paso en la frontera entre México y Estados Unidos era más fácil, cruzó en repetidas ocasiones sin papeles.

Pese a que no estuvo mucho tiempo bajo su mando, ya que dos años después de conocerse, Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, moriría en medio de una cirugía en una hospital de la Ciudad de México, Tirso Martínez llegó a ser su compadre.

Tirso también mantuvo una corta complicidad con Eduardo González Quirarte, El Flaco. Corta porque El Flaco se dispararía en la cabeza, no murió, pero sí perdió la memoria, razón suficiente para poder salirse de las filas del narcotráfico.

Así fue como El Ingeniero llegó a quedar bajos las órdenes del hermano de El Señor de los Cielos, Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, quien heredó el liderato del Cártel de Juárez tras la muerte de Amado.

Gracias a sus habilidades, Tirso Martínez fue reclutado por el Cártel de Juárez, particularmente con El Flaco, en 1995, y a través de trenes comenzó a hacer llegar la droga a Los Ángeles, Chicago y Nueva York, lo que le valió para ganarse la confianza de El Viceroy y también de los líderes del Cártel de Sinaloa: Ismael Zambada, El Mayo, y Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

De acuerdo con información de La Silla Rota, en tres años, El Ingeniero introdujo a territorio estadounidense alrededor de 76 toneladas de cocaína. Por estos servicios llegó a ganar tanto dinero que no lamentó haber perdido entre dos y tres millones de dólares en peleas de gallos y demás juegos de azar.

Tirso Martínez fue testigo de la unión entre el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa, la cual terminó con el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de El Viceroy y El Señor de los Cielos, presuntamente por órdenes de El Chapo luego de que Rodolfo se negara a darle la mano.

En respuesta, los hermanos Carillo Fuentes asesinaron a Arturo Guzmán Loera, hermano de El Chapo. Así comenzó la guerra entre ambas organización que hasta ahora prevalece.

Esto no evitó que Tirso Martínez Sánchez conociera a El Mayo y a El Chapo, quien le llegó a presumir las rutas de tráfico de drogas que había inventado. Sin embargo, El Mayo lo amenazó de muerte y casi lo asesina por haberle cambiado cocaína de calidad por una ‘sin valor’.

‘No te mato porque mi ahijado me lo pidió’, le dijo El Mayo al Ingeniero mientras le apuntaba con el arma en la cara; El Mayo Zambada se refería al Viceroy.

Las autoridades de Estados Unidos pusieron el ojo sobre El Ingeniero desde el año 2000, ofreciendo una recompensa por su captura de 5 millones de dólares. Por ello, decidió copiar el método de su compadre El Señor de los Cielos y se sometió a una cirugía plástica, misma que fue suspendida por el médico a causa de su hipertensión.

Además de la droga, Tirso estaba involucrado en el lavado de dinero, pero no en cualquier empresa, sino en equipos de futbol profesional, siendo dueño o socio de equipos como el Querétaro, Irapuato, León y La Piedad. De los cuales la la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) desapareció al Querétaro y al Irapuato.

También lavaba dinero a través de la transferencia de jugadores particularmente los futbolistas provenientes de Colombia. Una de esas transferencias fue la del colombiano Carlos Gutiérrez, del Millonarios de Medellín, Colombia, al Necaxa.

En febrero de 2014, Tirso Martínez Sánchez fue detenido por la Policía Federal en León, Guanajuato, y recluido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1, conocido como Altiplano, en el Estado de México.

En 2015 fue extraditado a Estados Unidos y actualmente se encuentra como testigo protegido en el ‘juicio del siglo’ en contra de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

Con información de La Silla Rota, Proceso y Milenio.

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