Esta mañana, miembros de la Arquidiócesis Primada de México enviaron un mensaje de feliz Navidad a todos los creyentes católicos, brindándoles buenos deseos, así como una noche llena de paz y armonía por el nacimiento del niño Jesús.
#FelizNochebuena En esta temporada siempre deseamos felicidad, bendiciones y los mejores deseos se hacen plenos con la bendición de Dios.#Navidad@SeminarioMX pic.twitter.com/xVk7EYT13z
— Arquidiócesis Primada de México (@ArquidiocesisMx) December 24, 2019
Mediante un video publicado en las redes sociales de la Arquidiócesis Primada de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes indicó:
Que el Señor los siga bendiciendo a ustedes, les deseo de todo corazón, para que 2020 sea un espléndido año en donde crezcamos y en donde podamos ser ese fermento y levadura de nuestra sociedad”.
Asimismo, agregó:
Llevando los valores que Jesús trajo al mundo: justicia, paz, bondad, misericordia de Dios nuestro padre y entregándonos y transmitiéndonos el Espíritu Santo para que podamos hacerlo realidad”.
En el mensaje navideño, la Arquidiócesis Primada de México tuvo la intención de recordarles a los católicos la dicha del nacimiento del Jesús, quien llegó a la tierra con el propósito de salvar a la humanidad e inculcar el amor al prójimo.
De acuerdo con las creencias católicas, Dios envió a la tierra a su hijo único y lo hizo semejante a todos los hombres; asimismo, eligió a una mujer virgen para que el espíritu santo engendrara en ella al salvador del mundo.
María, quien es madre de Jesús, era una bella y joven mujer originaria de Jerusalén que se casó con José, un hombre que se desempeñaba como carpintero, por lo que su situación económica era muy limitada.
Tiempo después, un ángel se le apareció a María para anunciarle que tendría un hijo, el cual había sido enviado por Dios. La noticia la tomó por sorpresa; sin embargo, la aceptó con alegría.
Durante nueve meses, María y José estuvieron migrando de un lugar a otro para encontrar el lugar indicado en donde nacería el bebé y fue la noche del 24 de diciembre cuando Jesús llegó al mundo.
El pequeño nació en un pesebre rodeado de animales, quienes al velo se arrodillaron; posteriormente, arribaron unos pastorcitos de Belén a conocerlo y semanas después unos reyes de oriente guiados por una estrella llegaron a ofrecerle oro, incienso y mirra al recién nacido.
Con información de El Universal, El Sol de México y de la Arquidiócesis Primada de México.
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