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Los legisladores de la Cámara de Diputados analizan una reforma para que cada institución tenga una remuneración límite con base en perfiles curriculares y responsabilidades.
Si vamos a legislar que sea con seriedad y conocimiento de causa, con fundamentos jurídicos, estudios técnicos, normativos y presupuestales y no como lo hizo el Ejecutivo federal al imponer el tope con base a su salario: @DulceSauri pic.twitter.com/uHUCgiw7NY
— Diputados Federales PRI (@GPPRIDiputados) February 10, 2019
La priista Dulce María Sauri, quien también es vicepresidenta de la Cámara de Diputados, presentó el proyecto en donde se contemplan cambios al artículo 127 de la Constitución para que los sueldos de los servidores públicos se fijen con base en las ‘responsabilidades acreditables por niveles jerárquicos en cada uno de los poderes de la Unión’.
El proyecto de reforma contempla la creación de la Unidad Técnica de Percepciones de los Servidores Públicos, dependiente a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que se encarga de los tabuladores y en la que participarán representantes de los tres poderes, así como órganos autónomos.
Proponen comisión de salarios para servidores públicos federales | El Economista @eleconomista https://t.co/LmvxFbTCmk
— Dulce María Sauri (@DulceSauri) February 7, 2019
En caso de aprobarse tales cambios, cada institución del Estado tendría un límite de sueldo con base en las responsabilidades de su puesto de mayor rango y el referente en el límite de percepciones será el titular de cada órgano público.
En ese sentido, los servidores públicos del Institutito Nacional Electoral, por poner un ejemplo, no podrían ganar más que el consejero presidente del organismo.
La legisladora aseguró que en la iniciativa que presentó en el mes de noviembre, cuya finalidad era la misma, se debió contemplar la metodología y la fundamentación técnica y jurídica para definir los tabuladores oficiales de la totalidad de cargos del gobierno federal, en relación con las responsabilidades y perfiles curriculares.
Con información de El Economista, Milenio y El Universal.
Imagen tomada de archivo.