La imagen internacional del fútbol mexicano se ha visto seriamente dañada por el lamentable episodio de violencia acontecido en el estadio La Corregidora entre hinchas del Querétaro y el Atlas.
Aunque los medios de la federación no se han pronunciado sobre las repercusiones que puede traer el duro enfrentamiento entre los aficionados en las gradas de dicho estadio, Amaury Vergara, dueño del Chivas, se expresó al respecto y reconoció que hasta podría estar en riesgo seguir siendo una de las sedes del mundial del 2026, si no se toman medidas inmediatas para cambiar la impresión tan negativa que se ha dejado al resto del mundo.
El mandamás del Chivas explicaba que si se da un mensaje al mundo sobre el hecho de que en nuestro país la seguridad no está garantizada, puede peligrar nuestra participación en el mundial. No obstante, también quiso ser positivo y dijo que lo importante es actuar en consecuencia y velar por la seguridad en los estadios usando todos los recursos y herramientas disponibles para brindar un espectáculo seguro.
También afirmó sentirse avergonzado y triste por los acontecimientos violentos que han sucedido en el futbol mexicano, y no eludió su responsabilidad, puesto que quiso que quedara muy claro que todos somos responsables, aunque también somos los que nos tenemos que encargar de solucionarlos, refiriéndose a todos los dirigentes de los equipos.
LA FIFA QUIERE ERRADICAR LA HOMOFOBIA EN LOS ESTADIOS
Asimismo habló de las consecuencias negativas que puede acarrear, de cara la Copa del Mundo 2026, los gritos e insultos homófobos que se oyen en los estadios de fútbol mexicano. En este sentido la Federación Mexicana de Futbol ha establecido ya diferentes medidas para erradicar dichas expresiones de odio en el Estadio Azteca. De hecho, si se reincide en lo mismo, sanciones como la pérdida de puntos o quedar fuera de las eliminatorias son posibilidades reales.
Y es que la FIFA podría tomar medidas tajantes al respecto, incluso podría contemplar la posibilidad de que tierras mexicanas se queden sin sede para el mundial finalmente. Lo cierto es que los insultos y cánticos homófobos no solo se dan en nuestro país ni mucho menos, y la FIFA pretende erradicar completamente tales expresiones en los estadios.
En la actualidad, el supuesto de que el público que paga una entrada tiene siempre la razón ya no tiene sentido. Los aficionados tienen todo el derecho a expresarse, pero sin caer en la violencia verbal y en la inmoralidad. Vivimos en un mundo más concienciado en este sentido, y este tipo de actitudes retrógradas e intolerantes se persiguen más que nunca.
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