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El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, dio a conocer que los israelíes asesinados el pasado miércoles en la plaza Artz Pedregal tenían vínculos con el crimen organizado de México, por lo que, con gran probabilidad, se turnará el caso a manos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Benjamín Yeshurun Sutchi, de 44 años, y su escolta Alon Azulay, de 41, ambos asesinados por Esperanza N en el restaurante de la plaza comercial, formaban parte de un grupo delictivo de talla internacional que tenía redes con organizaciones criminales con las que se disputaban plazas territoriales por asuntos de lavado de dinero.
Aunque el titular de la SSPC no dio más detalles, sí declaró que las autoridades competentes se harán cargo de la investigación, lo que supone que, tal como lo declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador, la FGR tomará cartas en el asunto.
Son organizaciones de carácter internacional que tienen vínculos con organizaciones nacionales, no voy a adelantar en este momento pero llegará el tiempo cercano en el que compartiremos con ustedes información propia, lo que sí puedo decir es que hay vínculos con organizaciones criminales del país, por lavado de dinero principalmente”.
Al ser cuestionado por el motivo de la balacera en Artz Pedregal, Durazo Montaño señaló que se trató de un ajuste de cuentas por las plazas del negocio ilícito y manifestó que la investigación continúa, por lo que no pudo ahondar en el tema.
Son ajustes de cuentas entre integrantes de bandas del crimen organizado por intereses diversos, disputas por relaciones con organizaciones y por supuesto por territorios, pero fundamentalmente por lavado de dinero. No quisiera adelantar los vínculos precisos, los estamos investigando, lo que sí es un hecho es que estas organizaciones criminales israelíes tienen vínculos con organizaciones mexicanas”.
Alfonso Durazo también hizo hincapié en la labor que se realiza en conjunto con las autoridades de investigación de Israel, mismas que, señaló, no emitieron ninguna alerta roja sobre las tareas delincuenciales de los sujetos; sin embargo, manifestó que eso no impedirá que la colaboración continúe.
El problema es que teniendo problemas criminales en Israel no había una alerta roja internacional que pusiera en alerta a las autoridades mexicanas, pero ahora en esta colaboración estamos cerrando todos esos vacíos”.
Sobre la visa de trabajo de uno de los israelíes, Durazo Montaño contestó que las autoridades mexicanas no pueden negar el acceso a laborar a una persona que haya incurrido en un crimen y pagado su condena en la cárcel, pues todos los exconvictos tienen el derecho de reinserción a la sociedad.
Con información de Milenio, El Siglo Torreón y El Financiero
Fotografía tomada de Milenio y Regeneración