Por Juan Carlos Villarruel
CDMX. 26 de octubre de 2018.- Los encargados de la mesa de recepción de votos de la consulta sobre el aeropuerto, ubicada frente al ex Templo de Corpus Christi, en la Avenida Juárez, confían en que la tarde de este viernes puedan levantar la misma, una vez concluidas las dos mil 500 papeletas.
Rocío Asunción López es la encargada de esta mesa donde, dijo, ‘nadie votó dos veces, ni dejó de ser registrado en la aplicación’ que sus compañeras Lidia, Martha y Marisela, han estado manejando desde ayer por la mañana.
“No sé lo que haya pasado en otras casillas, pero aquí, no permitimos que se hicieran trampas, porque se trata de conocer la opinión de los ciudadanos en algo muy delicado”, aclaró.
Explicó que, al concluir ayer el horario de votación, se registraron mil 700 papeletas, que se entregaron al representante que les entregó el material, para a su vez, ponerlo en manos de quienes contarán las opiniones.
Sin embargo, reconoció que no conoce a esa persona y sólo se la presentaron ayer por la mañana, pero confía en que todo funcionará bien.
“Si se nos acaba el material, ahí cerramos la urna y le pedimos a quienes quieran seguir ejerciendo su derecho a la opinión, que vayan a otra casilla; hay una en el Zócalo y otra en Buenavista”, explicó.
La afluencia fue notablemente menor a la de la víspera. En la fila se juntaban máximo 10 personas, mientras que en la víspera la fila podía tener hasta 25 o 30 ciudadanos.
Entre los que acudieron hoy, llamó la atención el taxista José García Gutiérrez, quien conducía un auto tipo Tsuru, con los colores blanco y rosas característicos.
Tras bajarse apresurado de su coche –que mantenía vigilado para evitar problemas con la policía— explicó en voz alta que votaba por Santa Lucía, ‘para evitar que sequen el lago de Texcoco y pongan ahí el aeropuerto’.
Rápidamente cruzó la papeleta en la opción que deseaba, a la vista de todos los presentes y tras depositarla en la urna, se retiró de nuevo en su taxi ‘para seguir ganándome la chuleta’ explicó.
Con más calma, Yussiff Haddad Salim, un comerciante del Centro Histórico, explicó que participó en la consulta, ‘para tratar de que el gobierno evite un error grave’.
Dijo que su bisabuelo, un comerciante inmigrante que llegó a principios del siglo XX a México, proveniente de El Líbano, siempre decía:
“Hijo: en cualquier negocio que hagas, la clave es nunca echarle dinero bueno al malo”.
Según Yussiff, ese es precisamente el caso de cancelar Texcoco y habilitar Santa Lucía.
A su vez, Alberto Castro, oficinista que labora en las inmediaciones de la Alameda Central, explicó que, según su punto de vista, lo mejor es continuar con Texcoco, siempre y cuando se investiguen bien los contratos.
Si, como dicen, hay desperdicios, duplicidades y trampas, que se transparenten, se corrijan y se multe a quien haya que multar, pero continuar con lo que está en marcha, es mucho más fácil.
Sin participar en la opinión, Ignacio López comentó que él vive cerca de donde se construye el actual aeropuerto en Texcoco y las obras van tan avanzadas, que ya no es lógico detenerlas.
Porque no es sólo el aeropuerto en sí, sino que también hay muchas obras de infraestructura, como el camino que va por todo el Gran Canal y que ya está trazado y avanzado. Incluso ya tiene salidas hacia el nuevo aeropuerto.
Si la consulta, cuya seriedad cuestionó severamente, da por resultado Santa Lucía, habrá que echar abajo esa infraestructura y generar un gran gasto y trabajo para crear caminos que faciliten llegar a Santa Lucía.
Con información de Notimex.