De acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), en su reporte mensual de marzo sobre delitos de alto impacto, se estima que el feminicidio, la violación, la trata de personas y el secuestro podrían ir en aumento luego de un confinamiento social por contingencia sanitaria de COVID-19.
El estudio hace notar que la crisis de coronavirus por la que atraviesa el país, acrecentará las debilidades de las instituciones encargadas de procurar justicia a la sociedad mexicana; aumentando la impunidad que impera en el esclarecimiento de muchos crímenes.
Aunque teóricamente, la justicia no debe estar sometida a las medidas de contingencia, las cuales impiden la movilidad de personas por medio de la suspensión de actividades no esenciales, el posible contagio de las personas encargadas de hacer valer la autoridad competente podría sugerir limitar el contacto social y, por lo tanto, no realizar las diligencias de investigación correspondientes.
En tanto, las secretarías de seguridad pública y las fiscalías deben permanecer abiertas para recibir las denuncias de víctimas agraviadas, así como deben permanecer en funcionamiento las policías de acción o de flagrancia inmediata. Sin embargo, al reasignar elementos para vigilar que personas y comercios cumplan con las medidas sanitarias se origina un vacío en los casos que se requiere de una acción pronta de la autoridad.
Conforme aumenten los casos de contagios por COVID-19, los delitos podrían ir en aumento dado que las corporaciones se verán limitadas, para evitar un posible contagio. Por lo anterior, es importante que las autoridades refuercen los operativos locales, para detectar cualquier acto delincuencial sin dejar de monitorear el cumplimiento de las instrucciones de salud.
Al respecto, el ONC plantea un posible escenario sobre cómo incidirán los efectos de la crisis del coronavirus en el comportamiento de los delitos.
Para el feminicidio, se prevé que no haya un repunte significativo pues desde el 2015 se mantiene con alzas significativas año con año; no obstante, la convivencia de forma permanente dentro de cuatro paredes podría agravar la situación de las mujeres maltradas; es decir, los casos serían más severos, pero no se asegura que sean denunciados por miedo a un posible contagio.
En cuanto al secuestro, se espera que haya una pausa, sobre todo del secuestro exprés, pues los modus operandi se podrían ver afectados por la escasa movilidad de las personas, sin embargo, en el mediano y largo plazo se prevé que puedan aumentar los casos debido a la crisis económica que afecta al país.
Por su parte, la trata de personas solamente se vería modificada en algunas actividades de logística, pese a que diversos países han impuesto varias medidas restrictivas de movilidad en su territorio no se sabe cómo operarán las bandas delincuenciales dentro de territorio nacional, durante el periodo de contingencia.
A su vez, la extorsión podría sugerir un aumento significativo al encontrar por medios digitales o llamadas telefónicas a varios miembros de una familia, cambiando sólo los guiones con los que este crimen se realizaba con anterioridad.
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En suma, el ONC presenta una hipótesis de cómo podrían comportarse los delitos que más afectan al país, aclarando que sólo son muestras estadísticas cualitativas y no cuantitativas, ante la falta de un grupo de control similar que no tenga posibles infectados de COVID-19.
Finalmente, el organismo hace un llamado al Gobierno Federal de mostrar con claridad sus metodologías de estudio para presentar los datos duros sobre el índice de delitos cometidos en el país, a fin de ofrecer soluciones reales que procuren la justicia y no sólo discursos políticos orientados a desinformar y confundir a la opinión pública en general.
Con información de Observatorio Nacional Ciudadano
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