La Ciudad de México ha dado un paso hacia la modernización de su sistema judicial, al poner en marcha el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que promete transformar el acceso a la justicia en la capital del país. La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, destacó la importancia de esta reforma, señalando que coloca a la Ciudad de México a la vanguardia en el ámbito judicial al implementar un sistema más ágil, transparente y accesible para los ciudadanos.
Una de las novedades clave de este Código es la posibilidad de realizar juicios orales tanto presenciales como en línea en materias civiles y familiares, lo que agilizará los procesos judiciales, facilitando un acceso más rápido y directo a la justicia. Además, la digitalización de los expedientes judiciales reducirá considerablemente el uso de papel, lo que no solo representa un ahorro significativo, sino que también contribuye a la sostenibilidad y eficiencia del sistema.
Brugada Molina celebró la creación de este código, que además de ser un avance tecnológico, incorpora una perspectiva transversal de género y de protección a los grupos en situación de vulnerabilidad, lo que representa un importante avance en la inclusión y equidad en los procesos judiciales. “Este es un momento histórico para la justicia civil y familiar en nuestra ciudad”, afirmó la jefa de Gobierno, quien subrayó que este ordenamiento es una oportunidad para fortalecer y eficientar el sistema judicial, a la vez que lo hace más transparente.
Por su parte, el Magistrado Presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, dio inicio formal a la aplicación del Código, y aseguró que la capital es la primera en el país en adoptar esta nueva legislación. Guerra Álvarez resaltó que el nuevo sistema coloca a las personas en el centro, promoviendo un acceso igualitario a la justicia sin discriminación y favoreciendo a las personas en situaciones vulnerables.
Asimismo, el magistrado destacó que el nuevo código no solo será más eficiente, sino que marcará el fin del uso del papel en los expedientes judiciales. Todos los procesos serán completamente electrónicos, lo que permitirá una tramitación más ágil y libre de obstáculos. Las audiencias podrán realizarse en línea o de manera presencial, adaptándose a las necesidades de los usuarios.
Ambos funcionarios coincidieron en que el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares es un trabajo conjunto de los tres poderes del Estado, que impulsa una verdadera transformación en el sistema judicial, orientado siempre a cumplir con la aspiración de justicia de la ciudadanía.
Este avance coloca a la Ciudad de México en un nuevo nivel de eficiencia judicial, lo que no solo beneficiará a los ciudadanos, sino que también establece un precedente para otras entidades del país que podrían seguir el ejemplo de la capital en la implementación de este modelo innovador.