Con apoyo del PACMyC, las comunidades de Coyachique y Kowinpachi desarrollan un plan comunitario cultural que contempla la siembra de árboles, el cuidado del manantial y evitar que la cultura rarámuri se pierda
Con el proyecto “La música tradicional y local como herramienta para el fortalecimiento de la cultura y cuidado del territorio”, el cual fue beneficiado del Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC) 2020, Bernardo Manzano Lepe, director de la Asociación Civil Pies de la Tierra, apoya a las y los habitantes de las comunidades de Coyachique y Kowinpachi, en Batopilas, Chihuahua, con un plan comunitario enfocado en el rescate de sus tradiciones y cultura.
Manzano Lepe relata en entrevista que ha trabajado en diversas comunidades indígenas de esa región del norte del país desde 2013, en temas relacionados al cuidado del medio ambiente, siempre escuchándoles, para entender qué es lo que quieren, cuáles son sus necesidades y aspiraciones; así, en Coyachique y Kowinpachi trabajó por 12 meses para desarrollar este proyecto que utiliza la música para el fortalecimiento cultural y de las tradiciones.
El entrevistado relata que, con la información que la comunidad le entrega se elabora un plan comunitario, posteriormente se les presenta un esquema de trabajo entendible por todos los públicos, para que puedan elegir las actividades y formas para ponerlo en marcha.
Al relatar la experiencia, el entrevistado comenta que la gente le cuenta, por ejemplo: “Queremos sembrar pinos, queremos cuidar el manantial, queremos cuidar nuestra cultura, nuestras tradiciones porque se están perdiendo; se está perdiendo mucho nuestra cultura rarámuri”.
Además, comenta, existe la preocupación latente por la migración, ya que las personas que dejan la comunidad difícilmente regresan, lo que ha llevado a la pérdida de tradiciones, por ejemplo, de la música.
Teniendo conscientes estas preocupaciones, Bernardo Manzano y su equipo presentaron al PACMyC el proyecto “La música tradicional y local como herramienta para el fortalecimiento de la cultura y cuidado del territorio”, que resultó beneficiado en 2020. En él se propuso que niñas, niños y jóvenes de Coyachique y Kowinpachi aprendieran a tocar la guitarra, el violín y el acordeón para preservar la música tradicional rarámuri de sus comunidades.
Con los recursos del proyecto fueron adquiridas guitarras, violines y acordeones. Mientras se llevaba a cabo la capacitación musical, relata el entrevistado, surgió la idea de que las y los participantes escribieran 10 canciones (escritas en español) donde se expresaran los intereses de las comunidades por el cuidado del medio ambiente y que fueron plasmados en el plan comunitario.
En total fueron 10 composiciones escritas por las y los estudiantes y enviadas a un grupo musical tradicional de la Sierra chihuahuense para que fueran sujeto de arreglos en temas de ritmo y estructura, interpretadas y gabadas en un estudio profesional para el disco “Canciones ecológicas para el cuidado de la Sierra Tarahumara”.
Las y los jóvenes de ambas comunidades, refiere el entrevistado, quedaron satisfechos con el proyecto y las “ecocanciones”, como las conocen, se han escuchado en algunas estaciones de radio locales y también las llevan en sus teléfonos celulares y memorias digitales, para reproducirlas donde quiera que vayan.