Tapetes de Temoaya: arte en lana con corazón otomí, tienen una durabilidad de hasta 100 años
Una de las artesanías que ha puesto en alto el nombre del Estado de México son los tapetes anudados a mano, caracterizándose por su diversidad y complejidad de sus tejidos elaborados en telares, mismos que dan origen a piezas icónicas.
De acuerdo con el padrón del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), se tiene un registro de 516 personas artesanas de las cuales 368 son mujeres y 148 son hombres, destacando principalmente el municipio de Temoaya con 474 registros, además de otros municipios que los realizan en menor escala como Morelos, Coatepec Harinas y Toluca.
El origen de la elaboración de estos tapetes data del año 1969, fecha en que el Gobierno Mexicano mandó a un grupo de maestros artesanos a enseñar a los artesanos del municipio de Temoaya la técnica de anudado indio y un grupo de mujeres decidió aprenderlo e implementarlo en su trabajo cotidiano, reforzando así su economía.
Años más tarde, las y los artesanos de las localidades de San Pedro Abajo y San Pedro Arriba se integraron a la empresa Tapetes de México, logrando posicionarse en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, España y Alemania, además de otros europeos.
Actualmente, los tapetes son creados por manos otomíes, de inconfundible simbolismo en sus representaciones, de colorido único que destacan del resto de los tapetes del mundo.
La artesana Gloria Palacios León comentó que a las mujeres que comenzaron en este trabajo, se les otorgó una beca como incentivo, sin tener un horario fijo para no privarlas de sus otras actividades domésticas y así poder incorporar el tapete como una oportunidad de tener un ingreso extra.
Por su parte, Imelda Bermúdez Rivera, artesana de este textil, compartió que desde muy pequeña creció entre nudos, colores y tapetes de diferentes tamaños. Años más tarde, junto con su esposo, crearon figuras, realizando combinaciones en diversos diseños basados en diferentes grupos étnicos.
La magia del proceso para elaborar un tapete inicia al poner la trama, montar en el telar de alto liso en forma vertical, anudar, tejer el diseño previo, rasurar, hacer el fleco y lavar; es así como está listo para salir al mercado.
Este trabajo requiere paciencia, experiencia y destreza, ya que cada metro cuadrado de tapete tiene aproximadamente 140 mil nudos hechos a mano; para terminar un tapete de un metro cuadrado se necesitan 40 días con jornadas de ocho a nueve horas de trabajo.
El tapete anudado a mano se caracteriza por ser de alta calidad, con una duración de 50 a 100 años, destacando iconografía de etnias del Estado de México y la cultura del país.
El IIFAEM invita a conocer el trabajo que realizan las maestras y los maestros del arte popular mexiquense y adquirir estas piezas a través de las Tiendas de Artesanías “Casart”.
También pone a su disposición, las ventas por Amazon y Mercado Libre, así como en la aplicación de WhatsApp al 722-148-6220.