Impulsar la agrobiodiversidad y la agroecología, tareas de la 4T que desmontan un sistema alimentario nocivo
El Con las políticas públicas y trabajo que se realiza a favor de la agrobiodiversidad y de la producción agroecológica, el gobierno de la Cuarta Transformación está desmontando un sistema que prevaleció durante las cinco décadas previas en que prevaleció la revolución verde y el uso de agroquímicos y esquemas industriales y comerciales que propician que la población se alimente mal, inadecuadamente, afirmó el director de Organización para la Productividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Héctor Robles Berlanga.
Al encabezar la conferencia 52 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica, el funcionario señaló que esas tendencias que buscan frenarse han propiciado la pérdida de recursos biológicos, el daño ambiental y a los ecosistemas, la afectación en la fertilidad de los suelos y, al mismo tiempo, daños graves a la salud humana por obesidad, desnutrición y una serie de enfermedades asociadas a la alimentación con productos ultra procesados.
En la conferencia denominada: La Agrobiodiversidad en la Alimentación Adecuada, el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), Daniel Quezada Daniel, destacó que la labor de propiciar y aprovechar la agrobiodiversidad se ha puesto en marcha en este gobierno por medio de iniciativas donde colaboran instituciones del sector salud, de medio ambiente, agrícola y otros, y por supuesto la Conabio.
Reconoció: son las familias campesinas las que crean agrobiodiversidad y ésta es fundamental para tener un sistema alimentario saludable, justo y sostenible que beneficia a las generaciones presentes y también servirá a las generaciones futuras.
La jefa de Contenidos y Vinculación de la Conabio, Mahelet Lozada Aranda, destacó que la agrobiodiversidad surge de la intersección de la diversidad cultural y biológica.
“Es la diversidad de plantas, animales, hongos, que incluyen no sólo a las especies sino también a los ecosistemas, y las interacciones que ocurren dentro de ellos mismos, y con los componentes biológicos y sociales… por medio de procesos de domesticación, que implican diversos estatus como son silvestres, toleradas, protegidas y domesticadas”.
Por ejemplo, hay varios quelites silvestres y diversas calabazas domesticadas. A lo largo de muchos años, la domesticación ha ocurrido en manos de las familias campesinas en múltiples ambientes (selva, matorrales, semidesierto, trópico, etcétera) que van eligiendo, vendiendo e intercambiando semillas, de tal forma que la agrobiodiversidad es un proceso milenario y vivo hoy en día en ecosistemas complejos, como milpa, meteplantes huertos, solares, traspatio y otros.
Destacó que México, como uno de los principales ocho centros globales de origen y diversificación de plantas para la agricultura, es sumamente importante para el mundo, pues cuenta con especies adaptadas a diversos ambientes y culturas y con ello cuenta con plantas y animales resistentes o adaptables a condiciones que el cambio climático impone.
“México originó, domesticó y diversificó maíz, calabaza, chayotes, vainilla, amaranto, camotes, tomates verdes, el algodón”, dijo.
Mahelet Lozada alertó acerca de cómo la dinámica de los sistemas alimentarios ha propiciado una reducción extrema del uso de la agrobiodiversidad. De 250 especies de plantas que están domesticadas en el mundo, sólo 15 cubren el 90 por ciento de la demanda energética y apenas tres –maíz, trigo y arroz—cubren tres cuartas partes de las calorías consumidas. “Nos estamos perdiendo de muchos alimentos que no llevamos a nuestros planos y no estamos consumiendo”, dijo. Esta situación desestimula la labor campesina al constreñir la demanda a pocas especies.
Es importante recuperar los principios de las dietas tradicionales, con mayor variedad y productos frescos y dejar los procesados, para así impulsar la agrobiodiversidad, dijo.
En la conferencia, la especialista del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) de la Secretaría de Salud, Lizbeth Ixchel Díaz Trejo, dio a conocer que, para disminuir la inadecuada alimentación y favorecer los entornos saludables se lleva a cabo la Estrategia Nacional de Alimentación, que próximamente será publicada.
Esta intervención intersectorial y política pública no sólo promueve la alimentación saludable y accesible económicamente mediante las Guías Alimentarias 2023, también impulsa el sistema agroalimentario sostenible en la producción de alimentos, dijo.