La Orquesta de Cámara de Bellas Artes interpreta obras de Moór, Bach y Hamerik en la Sala Manuel M. Ponce

0 56

La Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presenta el tercer programa de la segunda temporada 2022, bajo la dirección huésped de Rodrigo Elorduy, y la participación de la violinista Viktoria Horti y la oboísta Carmen Thierry como solistas invitadas.

En colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera, así como de Concertistas de Bellas Artes del Inbal, los conciertos se llevarán a cabo el jueves 20 de octubre a las 20:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y el domingo 23 de octubre a las 12:00 horas en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (CNM). El programa se compone de Barcarola Op.38, de Emanuel Moór; Concierto para violín y oboe en Re menor, BWV 1060, de Johann Sebastian Bach, y Sinfonía núm.6, Espiritual, Op.38, de Asger Hamerik.

Emanuel Moór fue compositor y pianista. Nació en la ciudad de Kecskemét, donde hizo sus primeros estudios de órgano. Después estudió en Budapest, Praga y Viena. Compuso varias óperas —hoy olvidadas—, ocho sinfonías, cuatro conciertos para piano, cuatro conciertos para violín, uno para arpa, otro para viola y algunas piezas sinfónicas. Además de su piano doble, el autor, pianista e inventor húngaro trabajó en el diseño de una viola gigantesca, del tamaño de un violonchelo, cuyo arco debía ser movido por un pedal; este instrumento no tuvo aceptación entre los músicos.

Al interior de un catálogo de más de 150 obras, Barcarola es una de las piezas más sobresalientes de la que existen dos versiones: la primera, de 1894, es para violín y piano; la segunda, de 1895, es para orquesta de cuerdas. El compositor húngaro dedicó la Barcarola a Richard Gompertz, violinista alemán que fue alumno de Joseph Joachim.

En 1860, a los 17 años de edad, el talentoso Asger Hamerik compuso la primera de sus ocho sinfonías, a la que dejó sin numerar. Dos décadas más tarde, en 1881, inició formalmente su catálogo sinfónico numerado, el cual destaca por el hecho de que las siete sinfonías que contiene llevan un título descriptivo. El crítico Rob Barnett se refirió a la Sinfonía núm. 6 de esta manera:

“La sinfonía está escrita para una enorme orquesta de cuerdas. Aquí y allá, la obra recuerda (o anticipa) algunos grandes momentos de la Serenata para cuerdas, de Chaikovski… Aparece por ahí la sutil poesía de Berlioz, en medio de ideas que fluyen como la miel y transcurren vivazmente”.

Rodrigo Elorduy es licenciado en Dirección Orquestal y en Dirección Coral por el Instituto de Música Sacra Cardenal D. Miranda y se graduó como Concertista de Piano en el Conservatorio Nacional de Música. Desde 2017 es director artístico titular de la Orquesta Sinfónica de Coyoacán (OSC) y de la Orquesta Sinfónica Juvenil Ollin Yoliztli (OSJOY).

 

¡Síguenos en YouTube!

Comentarios