Sonará la música antigua en templos de Monterrey
Los conciertos son Periplo del Emperador, que ofrecerá el organista Eliezer Jáuregui en la Catedral Metropolitana de Monterrey; Stabat Mater con el Coro Femenino de Monterrey, bajo la dirección de Juan Carlos Álvarez en el Templo de San Luis Gonzaga; Música a los cuatro vientos con el ensamble Ars Minuta en la Capilla de San José de la Basílica de Nuestra Señora del Roble; El mal de amores: Música de los siglos XVI y XVII para voz y bajo continuo con la participación de la soprano Lisa María Rodríguez y el laudista August Denhard en el Museo del Obispado y Renacimiento y Barroco con el ensamble Metales Monterrey en la Parroquia y Basílica de la Purísima Concepción.
“Es un ciclo de conciertos enfocados en el repertorio denominado música antigua, periodo de la historia de la música que abarca los siglos 15. 16 y 17, principalmente y parte del siglo 18”, manifestó el maestro Óscar Arévalo, coordinador de Música y Teatro del Centro de las Artes de Conarte.
“Estos periodos dentro de la música son el del Renacimiento y el Barroco, que tuvieron su florecimiento y auge en la Europa de esos siglos en los centros culturales y artísticos de Italia, Alemania, España y Holanda y posteriormente tuvo cierta presencia con los compositores novohispanos que llegaron a partir de la época de la Conquista”.
La gran mayoría de esta música, explicó, es música sacra, pero no exclusivamente; naturalmente la Iglesia Católica, principalmente, tuvo el poder político y económico para influir en el desarrollo artístico de estos periodos y los compositores desarrollaron su labor y trabajo artístico al cobijo de las instituciones religiosas.
Entonces, señaló Arévalo, la gran mayoría de la música de este periodo es de ese corte religioso, pero también hay repertorio que no es sacro, sino que se trata de música profana que de alguna forma también tuvo presencia con las formas más tradicionales.
“Se trata de algunas piezas que eran simples cantos populares con acompañamiento estilizado de bajo continuo, laúd y vihuela y que también se van a incluir en algunas de estas presentaciones”, expuso.
La idea, dijo, es integrar dentro de Conarte esta oferta de un repertorio que tiene su particular valor musical y que no es tan popular, ni conocido, pero que, sin duda, vale la pena difundir y dar a conocer y que ha sido revalorizado en las últimas décadas como un periodo musical que tiene una riqueza armónica, literaria y polifónica.