La discriminación a las personas con género no binario es una realidad que no puede ser invisibilizada, por ello, el Congreso de la Ciudad de México aprobó capacitar a las y los legisladores, así como al personal en materia de equidad de género y lenguaje inclusivo.
La coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres Demócratas, Elizabeth Mateos Hernández, planteó reforzar la convicción democrática de la legislatura que recién comienza actividades, por lo que propuso a la Secretaría de las Mujeres y al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED) impartir cursos y talleres de capacitación en materia de equidad de género y lenguaje inclusivo a las y los legisladores, además del total del personal del Congreso.
En el punto de acuerdo aprobado por mayoría se destaca que la discriminación es una práctica cotidiana que lastima y daña la identidad, prueba de ello es el reciente hecho con Andra Escamilla, quien fue objeto de burlas, acoso y humillaciones por solicitar respeto a su derecho de auto adscripción.
Como este caso hay miles en las redes sociales y fuera de ellas; “hoy, no debe menoscabarse ni hacer a un lado el tema del lenguaje inclusivo. El lenguaje, hoy por hoy, es uno de los elementos básicos que determinan las actitudes culturales y sociales”, afirmó la legisladora.
La Ciudad de México vive un momento histórico, derivado de los avances en materia legislativa, los cuales hoy se convierten en progresos tangibles y materiales, prueba de ello, es que la Cámara de Diputados se encuentra integrada por 250 mujeres y 250 hombres, cumpliendo así con el principio de paridad de género establecido en nuestra Carta Magna; de manera paralela, en la II Legislatura del Congreso de la Ciudad de México está conformada por 35 mujeres y 31 hombres; ello en virtud de la deuda histórica que se tiene con las féminas, enunció la Diputada.
Lo anterior, es resultado de diversas luchas que las mujeres han tomado por su cuenta, las y los legisladores debemos actuar en consecuencia y no dejar de lado los temas que golpean y lastiman la identidad de miles de personas que no se sienten reconocidos con palabras inclusivas, con la identificación de los propios términos; nuestra preparación en estos temas es fundamental, la equidad de género y el lenguaje inclusivo forman parte de la democratización y del orgullo de ser quienes somos, finalizó Elizabeth Mateos.