La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en coordinación con autoridades de Tapachula, Chiapas, y apoyo de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), incrementó progresivamente, desde 2014, su capacidad de respuesta para brindar atención a personas en necesidad de protección internacional.
Durante el primer semestre de 2021, la Comar registró 51 mil 654 nuevas solicitudes de la condición de refugiado en México, de las cuales, Tapachula concentra cerca de 70 por ciento. Las principales nacionalidades de dichas personas son la hondureña, con 22 mil 826 solicitantes (44.2 por ciento), seguida de la haitiana con 9 mil 327 (18 por ciento) y la cubana con 5 mil 147 (10 por ciento).
La llegada de alrededor de 2 mil personas, mayoritariamente de origen haitiano, a las oficinas de la Comar en Tapachula el 12 de julio, representó una situación atípica y puntual para la cual se implementaron medidas de respuesta inmediata entre dicha instancia y Acnur, en coordinación con autoridades locales.
La Comar y Acnur, en coordinación con autoridades locales como la Dirección de Protección Civil, implementó acciones para mejorar los procesos de registro, detección y evaluación de casos que requieren atención especial, y habilitó los mecanismos para su integración.
Desde diciembre de 2018, ante el aumento del número de solicitudes de asilo, estas instancias en coordinación con el gobierno municipal reforzaron la capacidad de registro y procesamiento de casos, con la ampliación y capacitación del personal.
Para mitigar los riesgos de contagios de COVID-19, a partir de las recomendaciones de la Secretaría de Salud y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se implementaron protocolos en coordinación con Protección Civil y fuerzas de seguridad.
Lo anterior, a fin de detectar posibles casos para rápida atención y asegurar la distribución de cubrebocas y gel antibacterial a las personas que esperan en áreas externas.
También se trabajó en un plan para ampliar a mediano plazo las zonas de espera internas y desarrollar diferentes sistemas para una atención más ágil y en condiciones sanitarias adecuadas para proteger tanto a la población de interés, como a personal de la Comar.