Acustik Noticias
Ciudad de México. 2 de octubre de 2018.- Mucho hemos escuchado o leído de la Plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco, en Ciudad de México, lamentablemente por la relación directa a la masacre del movimiento estudiantil de 1968, calificada por la historia nacional como uno de los sucesos más sangrientos del siglo pasado.
Sin embargo, hay una historia que antecede por muchos siglos al trágico suceso. El mote de ‘las tres culturas’ tiene su origen en la convergencia de edificaciones arquitectónicas pertenecientes a tres diversas etapas históricas.
En dicho lugar se encuentra en conjunto habitacional Nonoalco-Tlatelolco diseñado por Mario Pani, donde cientos de estudiantes y simpatizantes del movimiento estudiantil fueron rodeados por policías y militares, quienes les dispararon sin el mínimo grado de humanidad. Dicho movimiento buscaba, pacíficamente, el fin de la represión gubernamental…
Sin embargo, junto a este complejo de corte modernista se encuentra el sitio arqueológico que preserva un centro ceremonial mexica que data del señorío Tlatelolca y un templo franciscano que data del siglo XVII y que fue sede del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco.
Desglosemos un poco y orden diacrónico. La primera cultura, ya señalada, fue el señorío Tlatelolca. Remontémonos a 1325 con un grupo de mexicas inconformes que se establecieron en un tlatelli (‘montículo de tierra’) que, con el correr de los años, se convirtió en una ‘ciudad gemela’ a Tenochtitlán.
Tlatelolco llegó a convertirse en uno de los centros comerciales más importantes de la región mesoamericana, especialmente durante el imperio de la Triple Alianza. El propio Hernán Cortés dijo que este mercado era ‘dos veces la ciudad de Salamanca […] con todos los géneros de marcadurías que en todas las tierras [de México] se hallan’.
De este período histórico aún podemos apreciar templos dedicados a Ehécatl, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, además de un altar y un tzomplantli. También quedan vestigios de un posible ‘Templo Mayor de Tlatelolco’ y un templo Calendárico.
Demos un salto de 200 años para llegar a la ‘segunda cultura’. Ya establecida la Nueva España, la orden Francisana fundó en Tlatelolco el Colegio de Santa Cruz: la primera institución de estudios superiores establecida en el Nuevo Mundo, donde se estudiaban las lenguas indígenas y se educaba y evangelizaba a los indígenas nobles. El inmueble educativo fue inaugurado por el virrey Antonio de Mendoza en 1537.
La labor de los franciscanos es de destacarse, pues, a su manera, iban en contra de la Colonia y el sometimiento de los indígenas. Esta orden buscó generar un diálogo entre las culturas mesoamericanas y la cultura europea.
Finalmente, demos otro salto en la historia, esta vez de poco más de 400 años. Nonoalco-Tlatelolco fue completado en 1966 y diseñado por Mario Pani, quien tras estudiar en Francia se influenció por el arquitecto francés Le Corbusier.
La construcción de un complejo habitacional de más de 15 mil departamentos permitió a las autoridades mexicanas, y ahora a nosotros, saber más de los vestigios prehispánicos con el hallazgo de diversos restos arqueológicos.
El Gobierno local no permitió la construcción de los departamentos sobre los restos tlatelolcas, pero sí en sus alrededores, lo que ayudó a la incorporación de la iglesia de Santiago de Tlatelolco y así crear una amalgama de tres culturas. Lo que iba de la mano con el concepto del ‘México moderno’: una ‘nueva cultura’ nacida de dos civilizaciones previas: la mexica y la española.
Con información de Noticieros Televisa.