Por: Enrique Serna | Acustik Noticias
CDMX. 4 de julio de 2018.- Una paradoja se presenta con los Cómputos Distritales, pues esta parte del proceso es resultado de la desconfianza que se tiene, por parte de ciudadanos y actores políticos, sobre el escrutinio y cómputo que se efectúa en la mesa directiva de cada casilla.
Así lo manifestó el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, durante la sesión extraordinaria del Consejo General, en el marco del inicio de los conteos en cada uno de los 300 distritos del país, que deberá terminar el próximo sábado 7 de julio.
“Todos los candidatos presidenciales, que con una vocación democrática han reconocido los resultados, y se han comportado a la altura, los cuatro, del momento histórico; y sin embargo, estamos por empezar el que probablemente, habrá que ver qué deciden los consejero distritales, sea el recuento de votos de la elección presidencial, más grande de nuestra historia. Es una enorme paradoja, que es el costo de la desconfianza que tenemos”.
De manera preliminar, se dio a conocer que se estima abrir 73.98 por ciento de los paquetes electorales para la elección presidencial, 76.01 en el caso de las diputaciones y 76.70 para las senadurías. Sin embargo, se dejó en claro que serán las autoridades distritales quienes definirán el número definitivo de paquetes que deberán recontarse.
De tal suerte, se volverá a contar entre 114 y 115 mil casillas, lo que supone el recuento más grande de la historia, que como en los casos anteriores, se espera que confirme los primeros escrutinios. 86 por ciento de esas actas, podrán presentar algún error aritmético mínimo que no afectará los resultados de la elección, reiteró Vianello.
El alto número de actas a recontar abrió un debate sobre la pertinencia de los recuentos en escenarios electorales tan claros como el actual, sin embargo, se argumentó que las reformas en la materia se motivaron por los resultados de elecciones anteriores, cuya diferencia entre los primeros dos contendientes fue muy cerrada, situación de la que no está exenta la sociedad mexicana, en posteriores elecciones.