Circular de Morelia No. 8, sitio de memoria en la defensa de los derechos humanos

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En el marco de un aniversario más de lo sucedido el 10 de junio de 1971, hecho registrado por la memoria colectiva como ‘El Halconazo’ o ‘Jueves de Corpus’, cuando una manifestación universitaria fue reprimida por un grupo paramilitar, la Secretaría de Gobernación (Segob) afianza al edificio Circular de Morelia No. 8 como un espacio emblemático en la defensa de los derechos humanos, con la colocación de la señalética urbana que lo identifica.

La secretaría reconoce como parte de esta defensa, el derecho a la verdad, a la memoria y la no repetición, por lo cual continúa con las acciones alrededor del edificio ubicado en Circular de Morelia No. 8, colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc, el cual fue sede de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), coordinadora de la contrainsurgencia en México y que, junto con otras instituciones estatales y de acuerdo con investigaciones realizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cometió graves violaciones a los derechos fundamentales en contra de personas activistas y luchadoras sociales.

Tras haber convertido este inmueble en 2019 en un espacio de memoria y cultura e instalar la oficina de la Dirección General de Estrategias para la Atención de Derechos Humanos de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, fue colocada señalética urbana con la leyenda ‘Sitio Memorial’ en las calles Guaymas, Cerrada de Guaymas, Morelia y Circular de Morelia. Lo anterior, gracias a la colaboración de la Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Estas calles confluyen con el edificio que fue un centro de detención clandestino y evoca no solo a la matanza del 10 de junio de 1971, sino también al periodo conocido como guerra sucia, por ser el espacio que ocupaba la policía política de la Dirección Federal de Seguridad en la década de 1970.

El titular de la subsecretaría, Arturo Medina Padilla, resaltó que es una manera de dejar constancia física y material de que en este lugar se operó de manera sistemática desde el poder para minar y desarticular movimientos sociales, así como para que ninguna expresión de organización política pudiera llevarse a cabo.

Su objetivo —recordó— era inhibir la participación en cualquier actividad, posición política o estudiantil; contrario a lo que es ahora a raíz de que el Gobierno de México lo reconociera como un sitio de memoria e instalara en el sótano un memorial de víctimas de tortura y desaparición, y lo abriera como un espacio para exposiciones artísticas.

La placa de la entrada al edificio —recalcó— da cuenta de la primera acción de este gobierno, que fue reconocer la existencia de este periodo oscuro en la historia del país, la guerra sucia, en el cual la persecución y el espionaje fueron columna vertebral desde el poder, “decidimos darle como primer punto la voz a las víctimas, porque tiene que ser la primera y la última voz que escuchemos, y que nosotros desde el Estado tenemos que escuchar”.

La relevancia del inmueble es tal, que forma parte de la Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (Reslac), así como de la red mundial Coalición Internacional de Sitios de Conciencia (ICSC, por sus siglas en inglés). “Entonces vemos cómo este gobierno, en este sexenio ha dado un giro justamente para pasar de una acción represiva, disuasiva y persecutoria a una de educación y de cultura”, añadió.

Aseguró que este gobierno tiene el objetivo de que los derechos y las libertades se ejerzan de manera plena, “antes no se podía pasear, seguramente los periodistas tampoco podrían estar en este espacio, porque también hablamos de que las labores de desarticulación e incluso, de represión también eran en contra de periodistas, en contra de cualquier disidencia social o política que representara una amenaza o un atentado contra el régimen”.

Refrendó la importancia de mantener viva la memoria y que estos sitios prevalezcan y contribuyan a que las y los jóvenes sepan lo que sucedió en el pasado, “por eso es que queremos que estos sitios permanezcan y crezcan a lo largo del país; me da mucho gusto estar en este espacio en el que podemos caminar, donde periodistas pueden discutir del tema y que podemos hablar con tranquilidad”.

La creación de espacios de memoria y derechos humanos en países como México, Chile y Argentina, por solo mencionar algunos, permite que lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, tortura, reclusión y exterminio, se configuren en espacios de acción y reflexión en torno a la verdad y la justicia; además de realizar prácticas educativas, de investigación, culturales, artísticas, de formación y encuentros comunitarios para la promoción de los derechos universales.

El Gobierno de México reitera su compromiso absoluto con la defensa y promoción de los derechos humanos. Con acciones como esta, se fortalece un proceso de construcción de memoria colectiva, abierto al pueblo de México y de cara al futuro.

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