Rogelio Ramírez de la O presentó su renuncia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), lo que marca un giro inesperado en el gobierno de Claudia Sheinbaum. Esta es la primera renuncia importante en su administración, y se da en un momento en el que el país enfrenta retos fiscales y económicos graves.
Ramírez de la O llegó a la SHCP en 2021, tras la salida de Arturo Herrera, y desde entonces fue el encargado de manejar las finanzas públicas del país. Aunque se mantuvo en un perfil bajo, su gestión fue clave para intentar estabilizar las finanzas en medio de una pandemia y de la presión externa, especialmente de Estados Unidos.
Lo curioso es que, a pesar de su bajo perfil mediático, su salida no es una sorpresa para quienes lo conocían. Siempre fue una persona reservada, con pocas apariciones públicas, y se decía que no tenía mucho interés en seguir en el cargo. La situación de la economía y la necesidad de abordar el déficit fiscal del país lo estaban llevando a un callejón sin salida. Además, la crisis de los aranceles con Estados Unidos no ayudaba a su estabilidad.
La renuncia llega en un momento delicado para las finanzas públicas del país. La meta de reducir el déficit fiscal de 5.7% a 3.9% del PIB este año es un reto mayúsculo, y la salida de Ramírez de la O podría complicar aún más la tarea de lograrlo. Es probable que su sucesor, que podría ser Edgar Amador, tenga que enfrentarse a una situación aún más difícil.
Este movimiento también deja en claro que el gobierno de Sheinbaum no está exento de sacudidas internas. La gestión fiscal del país está en juego y la decisión de quién ocupará ahora la SHCP será clave para enfrentar los próximos meses de incertidumbre económica.