La maestra artesana wixárika Adriana Bautista de la Rosa encontró su vocación a los nueve años, cuando observaba a sus padres decorar piezas con chaquira y cera, en su hogar lleno de colores vibrantes. “Mi casa siempre estuvo llena de materiales: chaquira, estambres, agujas. Todo estaba teñido de color y trabajo constante”, recuerda en entrevista.
Originaria de San Andrés Cohamiata en Mezquitic, Jalisco, su recorrido artístico comenzó con la creación de pulseras y collares pequeños, pero pronto desarrolló un estilo único y perfeccionado. “Mi madre solía elogiar mis piezas; eso me motivó a buscar cada vez más detalle y creatividad”.
Con los años, la artesana consolidó un lenguaje propio en la decoración de piezas, al fusionar técnicas tradicionales con una visión contemporánea. Fue que decidió formalizar su trabajo y fundar Creación Wixárika, una marca que representa la esencia y riqueza cultural de su pueblo.
“Cada una de mis obras tiene un significado profundo. El venado azul, por ejemplo, es un guía espiritual; el águila bicéfala es nuestro puente con los dioses”, explica la artesana, quien ha transmitido la cosmovisión a través de sus creaciones en galerías y eventos de relevancia tanto en México como en el extranjero.
Con su obra, Bautista estuvo presente en la Fiesta Latina en Nuevo México, Yulkum Yeram en Melbourne, Australia, y en diversas ciudades de Estados Unidos, entre ellas San Diego, Denver y Nueva York. También ha presentado en Cuenca y Quito, Ecuador, y en Tokio, Osaka y Sendai, Japón. Además, ha obtenido dos primeros lugares y un tercero en concursos de nacimientos mexicanos, textiles y juguetes tradicionales, en los que reafirmó su maestría y dedicación al arte huichol.
“Presentar mi trabajo en estos lugares no ha sido fácil, pero es un orgullo mostrar que el arte mexicano también tiene un lugar en espacios tan exigentes como Japón”, añade.
En territorio nacional su presencia también es fuerte, ya que es una de las participantes en ORIGINAL. Encuentro de Arte Textil Mexicano, lo cual, comenta ha sido un hito en su carrera. “Es un espacio donde se valora y aprecia cada técnica de los artesanos. La gente que asiste reconoce el esfuerzo, y eso es muy importante para nosotros”, comenta.
Acciones como esta, afirma, le han permitido aprender a mejorar la calidad de sus piezas, a interactuar con el público y a explicar el simbolismo que encierran sus obras. “Estos espacios no solo promueven nuestras ventas, sino que nos ayudan a ser mejores artistas”, enfatiza.
Si bien en su camino hay éxitos, el recorrido no ha sido sencillo, “venir de una familia reconocida por su trabajo fue un reto, porque necesitaba encontrar mi propia voz. Pero con dedicación, he logrado que mi trabajo sea valorado por sí mismo”, explica.
Preservar la cultura y mirar al futuro
La artesana wixárika tiene planes ambiciosos para el futuro, pues busca abrir una galería familiar en Los Cabos y realizar una pasarela de moda wixárika, en el que la tradición y la innovación se fusionen en cada pieza. En sus palabras, el arte no solo es una expresión cultural, sino una herramienta para dar visibilidad a la cultura wixárika. “Queremos que el mundo sepa que existimos, que nuestra cultura sigue viva. Cada pieza es un testimonio de nuestra identidad”.
Y agrega: “Es muy importante que, a través de nuestro trabajo, la gente comprenda y valore nuestras tradiciones. El arte de México es conocido y admirado en el mundo, y debemos cuidar y preservar esa riqueza”.
En la edición 2024 de ORIGINAL, Encuentro de Arte Textil Mexicano su arte se podrá encontrar en la Casa ORIGINAL dedicada al Arte Utilitario, ubicada en la Cabaña 1, en el Complejo Cultural Los Pinos.