El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otorgó en 2023 más de 9 millones de sesiones de terapias para la rehabilitación de pacientes en sus 189 unidades dedicadas a esta labor en los tres niveles de atención de todo el país.
El doctor José Delgado García, jefe de área médica en la División de Unidades y Servicios de Rehabilitación del IMSS, señaló que la rehabilitación es un conjunto de intervenciones diseñadas para optimizar la funcionalidad y reducir la discapacidad de pacientes que podrían tener afectaciones derivadas de una enfermedad o accidente, que alteren la interacción con su entorno.
“Todo aquel paciente que puede tener una complicación inclusive por una estancia prolongada de hospitalización o después de una terapia intensiva, son susceptibles a una intervención de rehabilitación para recuperar su función”, dijo.
Señaló que el Seguro Social cuenta con 189 servicios y unidades de rehabilitación distribuidos en 51 unidades de Primer Nivel, 116 en Hospitales Generales -en el Segundo Nivel- y 22 en Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) -en el Tercer Nivel-.
Delgado García detalló que cada uno de estos servicios cuenta con diferente equipamiento, desde medios físicos, ultrasonidos terapéuticos, aplicación de distintos tipos de corriente terapéutica, hidroterapia con tinas de remolino y tanques, hasta equipos isocinéticos, evaluación robótica, así como terapia ocupacional y del lenguaje; sin embargo, lo más importante es que los pacientes se comprometan con sus programas de rehabilitación.
“El Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda a todos nuestros pacientes que ya están en nuestros servicios y que se les indica algún programa de ejercicios o de actividades específicas para su padecimiento que se adhieran a este tratamiento, que tengan continuidad de acuerdo a las indicaciones que se le dieron y que lleguen a sus consultas de manera oportuna con una evolución esperada y no tengamos retrasos disminuyendo así el riesgo de complicaciones o secuelas”, señaló el especialista.
La atención de rehabilitación se realiza ya sea en las unidades de manera ambulatoria o directamente en la cama de hospitalización, si algún paciente así lo requiere, “Todo paciente que tiene riesgo de perder la funcionalidad va a requerir una atención de rehabilitación, como potencialmente puede verse en dolor lumbar, fracturas, esguinces, cirugías de columna, prótesis de rodilla, intervenciones de hombro, eventos vasculares cerebrales o traumatismos craneoencefálicos, con alguna secuela neurológica, entre otros”.
Delgado García señaló que en estos servicios también se atiende a menores de edad con riesgo de daño neurológico, mediante intervenciones tempranas.
En estas unidades laboran médicos especialistas en Medicina Física y Rehabilitación, terapistas físicos, ocupacionales, fonoaudiólogos (terapistas de lenguaje), personal de Enfermería y Trabajo Social, precisó.
En tanto, subrayó que, aunque la función de las Unidades de Medicina Física y Rehabilitación es brindar de manera personalizada las herramientas para que los pacientes recobren su funcionalidad, es primordial reforzar su papel preventivo.
“La rehabilitación no es nada más la última parte de la medicina, también involucra desde la prevención de cualquier elemento que pudiera afectar nuestra funcionalidad. Instamos a que sigan las recomendaciones de sus médicos en la atención de las patologías que ya llevan un seguimiento que no han afectado su funcionalidad aún. La parte preventiva involucra evitar mucho dolor, molestias y son elementos de relativamente fácil aplicación, como higiene de columna para evitar dolor de espalda baja y cuello, así como un control adecuado de la hipertensión y diabetes”, dijo.