La Dirección Médica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), a través de la Jefatura Nacional de Salud Mental, realizó la Semana de la Psicología dedicada a visibilizar, prevenir e informar a la población sobre los padecimientos de más impacto en México, como el suicidio en adolescentes y el síndrome de Burnout o agotamiento laboral, además del estigma del bienestar cognitivo en grupos vulnerables, envejecimiento saludable y calidad de vida, manejo de ansiedad y estrés en el entorno laboral.
Del 20 al 24 de mayo, las y los especialistas del Issste brindaron herramientas para identificar signos de estrés excesivo, depresión, irritabilidad, aislamiento y signos de alerta para procurar la salud mental en todas las edades.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) https://goo.su/PI4egr registran que, en México en 2022, las tasas de suicidio en infantes de 10 a 14 años y adolescentes de 15 a 19 años fue de 2.1 y 7.7 por cada 100 mil, respectivamente, por lo que prevenirlo es prioritario.
Durante una de las conferencias de este ciclo, la especialista en neuropsicología clínica y valoración e intervención del comportamiento suicida señaló que, además de la depresión, hay otros factores de peso social en los intentos de quitarse la vida en adolescentes que implican una carga de impulsividad, el más relevantes es el mal uso de las tecnologías de la información.
Existen muchas páginas de internet y redes sociales que difunden mensajes perjudiciales alentando a jóvenes a realizar retos que dañan su integridad física y mental, lo que influye en el alto riesgo de tomar decisiones impulsivas sin medir consecuencias. Ante ello, recomendó a madres, padres y tutores platicar con sus hijas e hijos y supervisar su actividad en redes sociales.
Otros factores de riesgo suicida en este grupo de edad son: problemas económicos, violencia familiar o sexual, adicción a sustancias y niveles elevados de ansiedad.
¿Cómo detectar el posible riesgo suicida en adolescentes?
La neuropsicóloga clínica recomendó estar atentos a signos de alerta: si la persona reduce contacto con los demás y se aísla, si presenta alteraciones de conducta como irritabilidad, sensación de tristeza constante o llanto; duerme mucho o padece insomnio, y la señal más grave: cuando expresa directa o indirectamente ideas de muerte o intención de quitarse la vida.
Contrario a lo que se piensa, hablar de suicidio sí ayuda a prevenirlo, enfatizó. Al darle voz a la persona afectada, validar lo que siente y escucharla con empatía le damos espacio para expresar lo que le angustia.
En caso de presentar alguno de los síntomas enunciados es importante acudir a su unidad médica para valoración y brindar herramientas para afrontar esas adversidades.
La coordinadora de la Jefatura Nacional de Salud Mental, especialista en psicoterapia Gestalt y manejo de adicciones resaltó: “Nuestro instituto se ha fortalecido con el programa de manejo integral de urgencias en salud mental Código Morado en hospitales generales y regionales, áreas donde se pueden atender urgencias por intento o ideación suicida.
Otra de las grandes problemáticas que se abordaron en las conferencias fue el síndrome de Burnout, a cargo del experto en psicoterapia, psicología clínica y neurociencias aplicadas. Refirió que México es el país donde más horas se trabaja de manera continua, lo cual afecta el rendimiento y rebasa la capacidad de afrontamiento ante el estrés.
Hizo un llamado a no normalizar esta tensión excesiva y prolongada en el trabajo asociado a este síndrome, que se caracteriza por presentar agotamiento emocional, físico y mental. Cuando esto sucede, las personas empiezan a presentar signos de irritabilidad que pueden poner en riesgo su salud mental y la de las personas que les rodean, por lo que es primordial buscar atención profesional.
Una recomendación preventiva del Issste es hacer pausas mentales de cinco minutos, para respirar y ayudar a nuestro cuerpo a entrar en reposo y relajación, y al cerebro a facilitar procesos cognitivos que favorezcan la toma de decisiones, puntualizó.
El Issste también cuenta con el programa de pausas activas laborales, que consiste en disponer de unos minutos dentro de la jornada de trabajo para levantarse, estirar y poner al cuerpo en movimiento; esto es una forma de ayudar a que los estados de tensión no sean constantes, indicó.
El especialista subrayó la importancia de reconocer y validar nuestras emociones y las de los demás, especialmente cuando están afectando el desempeño. Además, reiteró tener presente que sin bienestar mental no hay salud.