Con el objetivo de aumentar la detección oportuna de defectos o malformaciones congénitas desde la etapa fetal, y en los casos que sea posible brindar tratamiento que evite complicaciones y favorezca el sano desarrollo de los bebés, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) promueve el monitoreo médico del embarazo y tamizaje mediante ultrasonido estructural de alta gama, para identificar estos casos y planear su intervención.
“Hay que tener en cuenta que estas alteraciones en el desarrollo no tienen causas específicas y es posible que puedan presentarse de manera espontánea durante la formación del embrión y en algunos casos poner en riesgo su vida de forma intrauterina o que fallezcan durante el primer mes o primer año posterior al nacimiento; eso va a depender mucho de la gravedad”, explicó el ginecólogo con alta especialidad en cirugía fetal, del Servicio de Medicina Materno Fetal del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, Milton Patricio Lugo Cruz.
En México y en el mundo, las alteraciones de este tipo más frecuentes son del corazón, del sistema nervioso central y las estructuras urológicas, pero es importante aclarar que cualquier órgano puede ser susceptible de tener un defecto.
Si se detectan oportunamente estas anomalías, es viable intervenir a los bebés in utero o al nacer y contribuir a que se eviten complicaciones y tengan un desarrollo normal, garantizando su derecho a la salud, detalló el experto, con motivo del Día Mundial de los Defectos de Nacimiento, que se conmemora el 3 de marzo.
Señaló que el CMN “20 de Noviembre” cuenta con un equipo multidisciplinario altamente capacitado en tratar defectos congénitos con cirugía fetal, sobre todo de la espina bífida o abierta, donde está bien documentado con la experiencia de diferentes centros, como tratamiento que corrige muchas secuelas que puedan presentar los bebés afectados con este problema, también conocido como mielomeningocele.
“En este nosocomio, el servicio de Medicina Materno Fetal, con apoyo de neurocirugía y anestesiología pediátricas, hemos atendido hasta el momento dos casos exitosos de difícil complejidad y estamos abiertos a ofrecer la mejor atención posible a pacientes que nos sean referidos.”
Lo más importante es que se necesita que estos pequeños lleguen a tiempo para poderlos atender de forma adecuada.
Aclaró que cualquier mamá puede tener un hijo afectado por algún síndrome o malformación, aunque también es verdad que entre más temprano se embaracen (menos de 17 años) y más lo retrasen (después de los 35 años), se pueden encontrar más alteraciones genéticas cromosómicas y malformaciones; sin embargo, es importante aclarar que la mayoría se encuentra presente en todos los grupos de edad de las personas gestantes.
En el instituto se promueve que todo médico o médica ginecobstetra envíe a las pacientes embarazadas a tamizajes oportunos de estas alteraciones. “Con la tecnología de los equipos de ultrasonido estructural de alta gama, en cualquier momento se puede detectar alguna malformación congénita, especialmente entre las 11 y 14 semanas de embarazo y entre las 18 y 24 semanas. Cabe destacar que el Issste cuenta con especialistas en medicina materno-fetal, que son los indicados para realizar este estudio.
Reiteró que no hay causas específicas para las malformaciones congénitas, aunque sí existen algunos factores asociados a deficiencias nutricionales, particularmente para los defectos del sistema nervioso central, por lo que recomendó a las parejas planear la maternidad y que las mujeres tomen ácido fólico meses antes de concebir.
Los defectos o malformaciones congénitas, señaló el especialista, son una serie de enfermedades en las que está afectada la función o la estructura anatómica de un órgano. Esto implica alteraciones en su funcionamiento que pueden ser peligrosas para la vida de un feto, de un recién nacido o de una persona en alguna etapa de su vida, ya que algunas se hacen evidentes en la edad adulta.