La enfermedad renal crónica es multifactorial, afecta a 10 por ciento de la población del planeta y sus dos principales detonantes son diabetes mellitus y/o hipertensión arterial; si además hay obesidad, el riesgo es mayor. Para abatir el impacto de este padecimiento, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) fomenta hábitos de prevención, autocuidado y detección oportuna en la población derechohabiente.
Al conmemorar hoy el Día Mundial del Riñón, especialistas en nefrología del Hospital General (HG) Tacuba, ubicado al poniente de la Ciudad de México, señalaron que las enfermedades renales afectan a más de 750 millones de personas a escala global. En 2019, la Región de las Américas representó la octava causa de mortalidad y la décima de años de vida perdidos por muerte prematura https://goo.su/qe7m.
Además de la relación del padecimiento renal con las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), este puede tener múltiples causas: genéticas, donde se incluyen patologías hereditarias, como la glomerulonefritis (inflamación de los filtros pequeños de los riñones) y la enfermedad renal poliquística del adulto; obstructivas, como malformaciones renales con las que se nace, y en adultos el crecimiento de la próstata mal tratada, la exposición a fármacos nefrotóxicos, herbolarias mal utilizadas y deshidrataciones mal cuidadas, señalaron las especialistas del HG Tacuba.
Por eso es tan importante sensibilizar a la población en identificar factores de riesgo y hacer labor continua de educación para la salud, enfatizaron.
Destacaron que el instituto, a través de las ferias de la salud Ecos para el Bienestar, lleva a centros de trabajo y comunidades del país servicios de salud preventiva, donde se pone especial énfasis en el sobrepeso y obesidad, el fomento de activación física en todas las etapas de la vida, orientación nutricional y detección oportuna de hipertensión arterial y diabetes en personas sin síntomas, así como pláticas informativas sobre la importancia del consumo diario de agua natural para mantenerse hidratados.
Señalaron que mantener una buena hidratación todos los días —tomar de 1.5 a dos litros de agua, en personas sin diagnósticos de enfermedad— es el complemento indispensable de una alimentación saludable y contribuye al buen funcionamiento del cerebro, los riñones y otros órganos y tejidos.
Las nefrólogas informaron que los estudios básicos de laboratorio que pueden revelar si hay alguna afectación en la función renal son: la química sanguínea, donde se miden niveles de creatinina (indicador del nivel de toxinas renales) y la urea, sustancia que al elevarse puede ser indicador de daño renal. El segundo es el examen general de orina, el cual permite detectar si hay sangre o pérdida de proteínas en niveles que ameriten intervención.
En cada persona se deben valorar los factores de riesgo específicos e implementar acciones de autocuidado preventivo. “Si tiene edad avanzada, diagnóstico de diabetes mellitus, hipertensión y obesidad, debemos intervenir con el control de peso, presión, nivel glucémico y el uso correcto de los fármacos. Si tiene tratamiento con otros medicamentos por algún otro padecimiento, se deben prescribir aquellos que no dañen el riñón. Debemos sensibilizar para que se adopte y mantenga la hidratación adecuada basada en el consumo de agua natural”.
Una vez que se hace el diagnóstico de enfermedad renal crónica, que es cuando el problema persiste por más de tres meses, la pérdida gradual de la función de este órgano es irreversible, hasta llegar a requerir terapias de sustitución renal como diálisis peritoneal continua ambulatoria (DPCA) y trasplante renal, al que muy pocas personas tienen acceso, motivo por el cual es fundamental involucrar al paciente en el autocuidado responsable de la salud.
El HG Tacuba brinda 613 terapias de sustitución renal, 114 en hemodiálisis y 499 en DPCA que se realiza en casa, de los cuales 30 por ciento se hace de manera automatizada.