La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informa que el volcán Popocatépetl se mantiene en el nivel de alerta amarilla fase 2, y reitera que, hasta el momento, la actividad del coloso no representa riesgo para la población. Lo anterior, con corte a las 11:00h del miércoles 28 de febrero.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) continúa el monitoreo constante de la actividad del volcán, realizando observaciones las 24 horas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.
En las últimas 24 horas, de acuerdo con el más reciente informe del Cenapred, la actividad del Popocatépetl ha permanecido estable, con predominio de exhalaciones de baja intensidad y emisión de ceniza en cantidades moderadas, alcanzando una altura aproximada de 600 metros sobre el cráter. Similar al día anterior, durante la mañana se observó la dispersión de ceniza en dirección al sector noreste del volcán.
Se reitera el llamado a la población para que mantenga medidas de autocuidado en caso de caída de ceniza, siguiendo atentamente las siguientes recomendaciones:
- Cubrir nariz y boca con pañuelo o cubrebocas.
- Limpiar ojos y garganta con agua pura.
- Utilizar lentes de armazón y evitar los de contacto para reducir la irritación ocular.
- Cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible en interiores.
- Evitar la acumulación de ceniza en techos y patios.
- Cubrir recipientes de agua para evitar contaminación.
- Proteger la cabeza con gorra o sombrero.
Además, se recuerda a la población respetar el radio de exclusión de 12 km
establecido para garantizar la seguridad y el bienestar de todos.
Las recomendaciones específicas ante caída de ceniza están disponibles en https://cutt.ly/BwNChn3J y el reporte del volcán en gob.mx/cenapred
La Coordinación Nacional de Protección Civil, el Cenapred, la UNAM y la Universidad de Colima trabajan en conjunto para brindar información precisa y confiable con base en un monitoreo permanente de la actividad volcánica.
El gobierno de México mantiene su compromiso por coordinar esfuerzos con el sector científico e incorporar los mayores desarrollos tecnológicos a la reducción de riesgos volcánicos, privilegiando la protección de la vida y el patrimonio de la población.