El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, aseguró que el sector pecuario es un aliado para la conservación de los recursos naturales y la mitigación de los efectos del cambio climático cuando se implementan prácticas sustentables en la gestión de los sistemas productivos.
En el foro “Ganadería Bovina Sustentable: Una Oportunidad para enfrentar el Cambio Climático”, expuso que México tiene gran potencial para implementar buenas prácticas productivas que permitan mejorar los servicios ambientales presentes en los ecosistemas ganaderos, entre ellos, almacenamiento de carbono en suelo, infiltración de agua y la diversificación de vegetación.
Señaló que cerca de 109 millones de hectáreas del territorio nacional son empleadas para la producción de ganado, lo que representa un gran potencial para implementar buenas prácticas productivas que permitan mejorar los servicios ambientales presentes en los ecosistemas ganaderos.
El funcionario federal destacó que la atención al tema del cambio climático es impostergable, dado que las condiciones climáticas de las que se ha valido el sector primario tradicional ya no son las mismas, son cada vez más impredecibles y los productores han tenido que adaptarse a marchas forzadas.
Por ello, expuso la importancia de intercambiar ideas para afrontar los retos del presente y promover la vinculación para tejer alianzas en el monitoreo de las emisiones de metano, así como fomentar dietas y suplementos para reducir las emisiones por fermentación entérica.
La directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de Agricultura, Sol Ortiz García, subrayó que dada la gran diversidad de condiciones climáticas y geográficas del país, los impactos del cambio climático serán muy distintos en función de las regiones y sistemas productivos.
Por lo tanto, es insoslayable reconocer estas diferencias para evitar los incrementos en las brechas de pobreza y desigualdad derivados de algunos efectos del cambio climático, como el aumento de la temperatura, sequías, ciclones más potentes, lluvias más intensas y aparición de plagas y enfermedades que afectan los rendimientos de los cultivos y la actividad ganadera, explicó.
Comentó que las actividades agropecuarias son parte del problema, pero también de la solución, y existe el compromiso de reducir los gases de efecto invernadero del sector agropecuario en ocho por ciento para el año 2030.
El coordinador general de Ganadería, Arturo Macosay Córdova, llamó a integrar a pequeños y medianos productores a las cadenas de valor y promover el pago diferenciado a los alimentos de origen animal producidos con criterios de sustentabilidad.
Señaló que es necesario considerar el papel del sector como aliado contra el cambio climático, ya que las superficies ganaderas tienen un enorme potencial de mitigación de gases de efecto invernadero, mediante la captura y almacenamiento de carbono en su vegetación y en el suelo y en la generación de servicios ambientales.
El coordinador general de Desarrollo Rural, Salvador Fernández Rivera, a través de una conferencia magistral, expuso que en los últimos 40 años se ha mantenido la población ganadera, esto quiere decir que se ha logrado aumentar la productividad y satisfacer la demanda para una población que en los últimos 100 años ha aumentado en más de 100 millones de personas.
Destacó que con una correcta aplicación de políticas de fomento a la ganadería, se promoverá la disminución en la intensidad de emisiones para lograr una productividad con alta eficiencia y bajas emisiones, además de poner al alcance de los productores opciones efectivas para reducir estas emisiones a costos accesibles.
El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Diego Montenegro Ernst expuso que es imperativo reconocer que a través de prácticas sostenibles que reduzcan la huella de carbono y que utilicen residuos de producción para generar energía limpia y una economía circular, el sector pecuario pasará de ser un problema a parte de la solución.
Recalcó que la adopción de modelos de bajas emisiones es esencial para la seguridad alimentaria y la resiliencia de la ganadería, la cual representa el 40 por ciento del valor de la producción agroalimentaria del país y emplea a alrededor de 820 mil trabajadores.
El director ejecutivo de Iniciativa Climática de México (ICM), Adrián Fernández Bremauntz, dijo que la Secretaría de Agricultura está haciendo un trabajo único en el reconocimiento de que la actividad pecuaria tiene una corresponsabilidad en torno al cambio climático, la cual requiere de la conjunción de esfuerzos de todos los sectores.
Recordó que México, a finales del año pasado, entregó metas de reducción de emisiones mucho más ambiciosas, apegadas al marco de la Convención de Cambio Climático y el Acuerdo de París.