Con apoyos directos anuales a dos millones de productores de pequeña y media escala, el programa Producción para el Bienestar (PpB) cumplirá este 2023 cinco años de operación y al cierre del actual gobierno, en 2024, habrá operado un presupuesto creciente y acumulado de más de 81 mil millones de pesos, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
En conferencia de prensa, con motivo del Quinto Informe de Gobierno, el funcionario destacó como un logro de PpB el haber reducido la brecha de la desigualdad y lo expuso en una gráfica del Índice Gini, donde se da cuenta que en 1999 el programa antecedente, Procampo, expresaba un índice de 0.51 de desigualdad contra PpB que al cierre de 2022 registró 0.11 de desigualdad.
Mientras más cercano a 1.0 está el índice, mayor desigualdad, dijo y explicó que la evolución de Gini en PpB indica una progresividad del programa propiciada por su orientación estricta a productores de pequeña y mediana escala (con predios de hasta cinco hectáreas de temporal en el primer caso y de más de cinco y hasta 20 hectáreas de temporal y hasta cinco hectáreas de riego en el segundo).
El subsecretario señaló que Producción para el Bienestar es parte fundamental de la estrategia de gobierno que apuesta por la autosuficiencia alimentaria y el rescate del campo, y opera integralmente junto con los programas Fertilizantes para el Bienestar, Precios de Garantía y Bienpesca, de la Secretaría de Agricultura, y Sembrando Vida, de la Secretaría de Bienestar.
Señaló que Producción para el Bienestar es el programa que mayor número de productores de municipios indígenas atiende y también es el que mayor número de mujeres campesinas apoya. Seis de cada 10 beneficiarios son de municipios indígenas y 34.5 por ciento del total son productoras mujeres, y el 58.6 por ciento de los apoyos se concentran en el sur-sureste, detalló.
Los productores apoyados, dijo, estaban en muchos casos al margen de las políticas públicas del pasado, pues al ser de pequeña escala se les consideraba improductivos. Ahora, los apoyos han permitido que ellos avancen en la autosuficiencia alimentaria de sus familias y comunidades, y generen excedentes para el mercado. Hoy en día el 84 por ciento de los productores que reciben apoyos directos son de pequeña escala y el 16 por ciento restante son de mediana escala.
Producción para el Bienestar brinda apoyos directos a productores de pequeña y mediana escala de maíz, frijol, trigo, arroz, otros granos, milpa, café, caña de azúcar, cacao, miel y nopal. Al iniciar el actual gobierno los apoyos sólo aplicaban sobre granos, pero ha ido integrando a los demás productos.
Víctor Suárez destacó que, junto con su Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT), PpB avanza sistemáticamente en la autosuficiencia alimentaria con transición agroecológica, libre de transgénicos y de glifosato.
En la gestión 2023/24 (julio-junio), los productores participantes en la Estrategia sumarán 400 mil (20 por ciento del padrón de apoyos directos) y registrarán consumo cero de glifosato. Ello, en línea con el decreto presidencial del 13 de febrero de 2023, que prohíbe gradualmente el uso del glifosato y cancela su uso en 2024.
El subsecretario precisó que, al cierre del primer semestre, en 2023 los apoyos directos de PpB beneficiaron a un millón 760 mil 788 productores y se espera cerrar el año con apoyo a dos millones 43 mil 711.
Señaló que el presupuesto de PpB ha tendido al alza, este año sumará 15 mil 506.9 millones de pesos y para 2024 el techo presupuestario marcado por la Secretaría de Hacienda es de 16 mil 266.2 millones. En su primer año de operación, en 2019, contó con 11 mil 296.9 millones.
Por otro lado, respecto de la EAT del programa, explicó que ésta brinda acompañamiento a través de equipos técnicos y con ello restablece la relación directa del Estado con los productores del campo en torno a la autosuficiencia alimentaria, sin transgénicos ni glifosato, ni plaguicidas altamente peligrosos.
En las escuelas de campo de la Estrategia, productores y técnicos se reúnen, intercambian experiencias y conocimientos; realizan talleres y cursos y ejecutan prácticas elaborando y utilizando bioinsumos. Las escuelas de campo son predios de los propios productores, indicó.
Precisó que este esquema de la EAT implica un rompimiento radical con el extensionismo impulsado por los gobiernos neoliberales durante las casi cuatro décadas previas. Su modelo favorecía la dependencia campesina respecto de los agroquímicos y semillas híbridas, y anulaba la posibilidad de aplicar la sabiduría heredada por los campesinos relacionada estrechamente con prácticas agroecológicas.
El funcionario señaló que en 2023/24 la EAT está presente en 28 estados de la República y en 800 municipios, definidos en 36 regiones. Mil 220 técnicos la desarrollan favoreciendo a 400 mil productores en cuatro mil 815 escuelas de campo. La EAT aplica en los productos que reciben apoyos directos de PpB y en leche, favoreciendo a ganaderos lecheros de pequeña escala.
“La Estrategia de Acompañamiento Técnico es parte de un objetivo integral del gobierno de un sistema agroalimentario y nutricional justo, saludable, sustentable y competitivo”, afirmó.