La crisis económica, sanitaria y de seguridad que actualmente enfrenta la región Latinoamericana y del Caribe exige construir sinergias y proponer nuevas formas de analizar y luchar para garantizar los derechos de todas las personas, pensando de manera diferente para no limitarse a las recetas y fórmulas gastadas del neoliberalismo, de la mercantilización de la vida y de la salud, indicó la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), maestra Rosario Piedra Ibarra.
En el marco de la inauguración de las Jornadas mexicanas de pensamiento crítico en salud y soberanía sanitaria, organizadas por esta Comisión Nacional e instituciones académicas y de investigación, señaló que dicho contexto exige un papel proactivo desde las instituciones y organismos públicos de protección de los derechos humanos, además de actuar desde plataformas más críticas, plurales e incluyentes.
Durante el acto realizado, este martes, en el Centro Nacional de los Derechos Humanos (CENADEH) “Rosario Ibarra de Piedra” expresó que este organismo busca tomar distancia de una concepción neoliberal de los derechos humanos, que los encasilla en el marco restrictivo de la normatividad, los procedimientos estandarizados y del “dejar-hacer” -que ha propiciado tantas injusticias y desigualdades en nuestras sociedades-, sustituyéndola por una visión en la cual prevalece el potencial emancipatorio que tienen dichas prerrogativas, vistas como conquistas populares, emanadas de movimientos y luchas sociales impulsadas por grupos oprimidos a lo largo de la historia.
Al dar la bienvenida a las y los participantes, señaló que el objetivo es hacer equipo y generar otras epistemologías, democratizando el conocimiento y promoviendo una acción transformadora desde el sur del continente, por lo que llamó a no escatimar esfuerzos e ideas para apuntalar la construcción de más y mejores espacios a fin de abrir nuevas preguntas y formas de aproximarnos a ellas, al tiempo que confió en que los trabajos serán semillero de propuestas para identificar los nudos críticos que enfrentan los sistemas de salud de la región.
En su oportunidad, la coordinadora del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UACM, Mayra Carrillo, expresó que este foro constituye un ejemplo de colaboración entre diversas instituciones académicas con los derechos humanos y subrayó que en esa institución existen varias carreras que tocan este tema, como nutrición, promoción de la salud y ambiental; mientras que la representante de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Florencia Peña, señaló que el derecho a la salud es una de las premisas del pensamiento crítico latinoamericano, por lo que celebró que se considere a la antropología en este tipo de discusiones, particularmente porque existe una larga tradición de estudios de antropología médica que han hecho aportaciones importantes.
A su vez, el coordinador de Salud Colectiva en la Universidad Intercontinental, William Oliveira, dijo que es necesario analizar la calidad de vida desde el punto de vista de la salud mental, porque en la región se invierte poco en este tema, de ahí que es necesario pensar y replantear la cuestión desde el punto de vista de la psicología y la atención de las necesidades básicas del ser humano. El coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Nayar López, subrayó la importancia de fomentar el análisis de las realidades regionales desde un pensamiento crítico y rescatar el concepto de un sur global, que emerge como resultado de una lección aprendida durante la pandemia, y que obliga a pensar las instituciones de salud y el derecho a la salud desde una perspectiva amplia de derechos humanos.
El secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), Álvaro Velarca Hernández, dijo que la atención a la salud es de los ámbitos más importantes en el funcionamiento de los sistemas de seguridad social en el mundo y a ella se destina una proporción considerable del gasto público social; agregó que la asistencia médica aspira a atender a la mayor parte de la población, independientemente de su edad, situación laboral o cualquier otra consideración.