La Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), formalizó el Sistema Nacional de Servicios de Atención para las Mujeres en situación de Violencia.
Dicha formalización se debe a que si bien existía una serie de instituciones que brindaban servicios, ahora se fortalece la coordinación entre estas para conformar una red de apoyo para las mujeres y niñas que son víctimas de violencia en razón de género.
Con este motivo, hoy en el auditorio Jesús Reyes Heroles del conjunto Bucareli se dieron cita autoridades y representantes de las 32 instancias de las Mujeres en el país, así como las titulares de los 65 Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) y directoras de los refugios especializados para la atención de las mujeres víctimas de violencia sus hijas e hijos.
Durante el evento denominado ‘Primer Foro del Sistema Nacional de Servicios de Atención para las Mujeres en situación de Violencia’, la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, afirmó que el gobierno de la Cuarta Transformación ya sentó las bases para revertir el individualismo, las desigualdades y la injusticia social, combatir la discriminación y el racismo, además de eliminar prejuicios, roles y estereotipos de género construidos por generaciones, que se expresan en actitudes y conductas nocivas cotidianas que no se deben tolerar, como es la violencia contra las mujeres.
Por ello, informó, en los nuevos planes, programas de estudio y Libros de Texto Gratuitos para Educación Básica, en Educación Media Superior y Superior, incluyendo la formación de maestras y maestros, se incorpora de manera transversal, la perspectiva de género.
De esta manera, agregó, se reconoce que, para construir una ciudadanía democrática, las mujeres y los hombres son iguales en derechos, con capacidad de decisión, acción y autonomía para construir su vida con pleno uso de sus libertades.
Señaló que la incorporación de un eje sobre igualdad de género en la educación preescolar, primaria y secundaria busca una formación en la que niñas, niños y adolescentes cuestionen prácticas institucionalizadas para la asignación a cada persona de una identidad sexual, racial y un género que termina estableciendo desigualdades sociales y educativas.
Por este motivo, manifestó su convencimiento de que las comunidades escolares, con maestras, maestros, estudiantes, madres, padres y familias, serán aliados para lograr una convivencia más armónica, más feliz, con niñas y mujeres valientes, sin miedo.