Por primera vez en una década, un grupo multidisciplinario de especialistas del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) realizó el 31 de mayo pasado un exitoso trasplante renal a niño derechohabiente de 14 años, procedente de Baja California Sur, a quien su madre, en un acto de amor, donó su riñón para salvarle la vida.
En el marco del Día Mundial de los Pacientes Trasplantados que se conmemora hoy, el director general del organismo, Pedro Zenteno Santaella, felicitó por su destacada labor al equipo médico de alto nivel que cambió la vida del adolescente, empezando por el líder de la operación, el cirujano pediatra experto en trasplante hepático y renal, Gerardo Ávila Vargas, así como los equipos de terapia intensiva, anestesiología y nefrología pediátrica.
La directora del hospital, Martha Alvarado Ibarra, anunció: “Me congratula comunicarles que hemos llevado a cabo el primer trasplante renal pediátrico, después de 10 años. Esto se logró gracias al compromiso de todos los profesionales de este CMN ‘20 de Noviembre’, y el resultado es que encontramos a este niño en perfectas condiciones y se reactiva el Programa de Trasplante Renal Pediátrico en todo el país.”
La nefróloga pediatra, Verónica Amaro Triana, dio a conocer la evolución del niño: “En las primeras 24 horas posquirúrgicas a la intervención, prácticamente reportó una recuperación de 50 por ciento de su función renal, lo cual es muy favorable. Quiero explicar que nuestro pequeño nunca pasó por diálisis ni hemodiálisis, eso es algo fundamental, porque realmente logramos un trasplante renal directo”.
Este procedimiento modifica radicalmente la expectativa del joven: será integrado a realizar todo lo que se espera de un niño sano, tendrá una dieta más libre que le permitirá completar el desarrollo esperado para su edad, ganar peso y estabilidad en muchos aspectos; su calidad de vida mejorará rotundamente, enfatizó.
Refirió que el niño nació con un trastorno de malformación de vías urinarias, el cual fue corregido quirúrgicamente entre los 6 y 10 años; sin embargo, esto lo llevó a un proceso de insuficiencia renal crónica en fase terminal, por lo que era candidato al trasplante. Afortunadamente, su madre decidió donarle un riñón y fue compatible, lo que ahora le abre una nueva oportunidad.
Con respecto a la exitosa operación, el jefe del Servicio de Trasplantes del CMN “20 de Noviembre”, Gerardo Alejandro Navarro Toledo, explicó que tuvo muy buen control vascular:
“Una vez que identificamos y tuvimos bien disecados los vasos, fuimos al quirófano contiguo por el riñón donado por la madre. Lo revisamos y valoramos; como venían en buen estado tanto la arteria como la vena, quitamos el exceso de grasa y lo implantamos. Afortunadamente, el injerto respondió excelentemente bien en el niño, con muy buena uresis desde el principio.”