Para enfrentar la crisis migratoria, así como los retos comunes de la relación entre México y Estados Unidos, como el combate al narcotráfico y desarrollo de las fronteras, se requiere unidad, acuerdos entre los dos países, gestión internacional y una colaboración eficiente, refirmó el senador Ricardo Monreal.
De esa ruta, enfatizó el coordinador parlamentario de Morena, “no debemos apartarnos ni distraernos con palabrerías, insultos y falta de argumentos que poco abonan a tener una solución de fondo”.
En un artículo que compartió en redes sociales, advirtió que los discursos de odio y racismo reflejan puntos de vista anquilosados, que se niegan a aceptar que las grandes naciones son lo que hoy son gracias a la contribución social, cultural y laboral de millones de migrantes, que vieron en esa parte del mundo el sitio ideal para concretar su legítimo derecho a tener una vida mejor.
Dijo que las expresiones del senador John Kennedy representan “posturas ancladas en el pasado, que tienen que ver con una arraigada política intervencionista y expansionista por parte de Estados Unidos, y que en pleno Siglo XXI siguen promoviendo ciertos personajes”.
El legislador estadounidense, acotó Monreal, “debe saber que somos socios comerciales, no súbditos, y que en sus palabras no hay nada de utilidad para enfrentar los retos comunes, como el desarrollo de nuestras fronteras, la atención de la crisis migratoria y el combate al narcotráfico”.
Si bien es cierto que nuestro continente enfrenta un desafío migratorio que requiere de mayor atención por parte de todos los países involucrados, señaló el coordinador de Morena, la solución no está en lanzar diatribas como las del senador Kennedy, con el único afán de insultarnos como mexicanos y sumar seguidores antiinmigrantes radicales.
Recordó que este legislador norteamericano, junto con otros de sus compañeros de partido, promovió en días pasados una iniciativa para que el Ejército estadounidense combata a los carteles mexicanos en nuestro propio territorio.
A esto se suma la iniciativa migratoria que promulgó hace unos días el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que refuerza su programa de reubicación de inmigrantes y limita los servicios sociales para aquellos que no cuenten con un estatus legal permanente.
De este modo, consideró Ricardo Monreal, se busca limitar el acceso de personas inmigrantes a servicios sociales básicos, lo que parece reforzar una política migratoria restrictiva, similar a la que promueve el gobernador de Texas, Greg Abbot.
Sin embargo, Monreal destacó que estas posturas radicales no son la regla, sino la excepción, pero no se deben desestimar, toda vez que tienen eco en un considerable porcentaje de la población simpatizante y que aún culpa a la migración y a los migrantes -o a México. de una crisis de seguridad y de salud, cuyos orígenes son internos.
“De ahí que ahora sea crucial fortalecer los acuerdos, para atemperar las consecuencias de dolor humano, a fin de gestionar adecuadamente los flujos migratorios.
Hay que privilegiar la razón, la prudencia y la sensatez. Debemos resolver la crisis actual, pero también tener presente la solución de fondo, lo que significa procurar la colaboración para el desarrollo de las fronteras y no dar cabida a falsos debates que generen mayor confrontación”, expresó.