México ratificó su disposición para trabajar con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en una plataforma de seguridad alimentaria regional, además de tomar acciones integrales en materia de sanidad y atender la migración en el sector, con innovación y tecnología.
En reunión de trabajo, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y el subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, identificaron temas de interés común para fortalecer cooperación tendiente a potenciar productividad y un comercio complementario en la región.
En el encuentro, el titular de Agricultura ratificó el compromiso de cooperación de México para converger acciones integrales en un sistema de monitoreo en sanidad, atención de la migración en el sector rural y reducir la pobreza en el campo, a través de la innovación, tecnología y acompañamiento técnico, con el objetivo de sumar a una nueva plataforma de la seguridad alimentaria.
“Nos interesa fortalecer la relación en la región, en un contexto hemisférico, y aportar trabajos para paliar los desafíos en un contexto mundial, toda vez que en estos momentos de crisis también hay oportunidades que debemos aprovechar con el liderazgo de los gobiernos de los países y los organismos internacionales”, aseveró.
Con la presencia de la representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, el funcionario mexicano subrayó el papel de la región como un proveedor de alimentos a nivel mundial, verlo como una opción para alcanzar la seguridad alimentaria en la región y no como una competencia entre nosotros, porque es en Latinoamérica donde está el potencial productivo para proveer al mundo alimentos; en ese enfoque habrá que trabajar, agregó.
Refirió que ante fenómenos exteriores y en especial el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dos jugadores importantes proveedores de alrededor de 60 millones de toneladas de maíz y trigo, se trastocó el equilibrio de los sistemas alimentarios del mundo, por lo que habrá que ser actores, no observadores, con la aglutinación de toda la capacidad como región y enfrentar esta situación de crisis, en la búsqueda de soluciones integrales, con el acompañamiento técnico de la FAO.
Precisó que el papel del organismo internacional debe ser más definitivo para sumar las voluntades de las naciones y sus líderes, toda vez que hay una gran oportunidad con la Conferencia de Ministros de Agricultura, que sume a convocar a los países de la región en promover el desarrollo de sistemas agroalimentarios productivos, sostenibles e inclusivos.
Hay rubros en el país que deben ser adaptados y mejorados, ya que como gobierno hay la responsabilidad y compromiso de fortalecer la seguridad alimentaria y cumplir los acuerdos con los mercados internacionales, con el fin de reducir la incertidumbre en el sector y mantener la reputación como productor de alimentos sanos y de calidad, afirmó.
Convocó a los representantes de la FAO a considerar en la agenda de trabajo estos temas, con el propósito de ofrecer una mejor calidad de vida a los productores del campo, con la asistencia adecuada para fomentar el arraigo y la evaluación de dónde hay capacidad para atender al sector, con una mejor dirección del organismo en la región.
El subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, reconoció que hay cambios profundos en los sistemas alimentarios de la región y, con ello, fortalecer el perfil de la capacidad técnica, ya que no hay demasiado tiempo para pensar, en un marco complejo pero que abre oportunidades en el sector agroalimentario.
En este contexto, destacó que un punto relevante es la interacción con los jugadores claves como México, importante en el tema alimentario a nivel global, y un nuevo diálogo con los gobiernos y alianzas con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con temas puntuales, productivos, económicos y sociales.
Esencial, remarcó, trabajar de cerca con los ministros de Agricultura de los países de la región, un diálogo frontal con un menú de temas para avanzar a la autosuficiencia alimentaria, a través de mejorar la capacidad técnica de la organización, con la resolución de documentos y la ejecución de programas para su fortalecimiento en la región.