Gracias a la Tina de Hubbard de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación (UMFR) “Siglo XXI” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pacientes con fracturas, lesiones de músculo, nervio, tendinosas y de hueso, así como con síndromes genéticos que derivan de lesiones a nivel óseo o muscular, logran manejar el dolor y recuperar movilidad durante su rehabilitación.
La licenciada en Terapia Física Gilda Mariana Camacho Aguilar, fisioterapeuta en la UMFR, señaló que las terapias en la Tina de Hubbard son muy beneficiosas para los derechohabientes, en las sesiones los pacientes son guiados para la realización adecuada de los ejercicios y posteriormente el médico tratante determina su evolución y si es necesario retomar el tratamiento.
“La Tina de Hubbard se ocupa para hacer una inmersión completa del paciente que tiene limitaciones severas para caminar, para ponerse de pie o para moverse, normalmente están indicados en personas que tienen problemas en las cuatro extremidades del cuerpo, brazos y piernas, problemas en columna o lesiones nerviosas”, dijo.
Explicó que el tratamiento consiste en llenar la tina con agua caliente entre 36 y 38 grados y a poco menos de su capacidad máxima 1,600 litros. El paciente es ingresado por medio de una grúa mecánica que lo carga y lo coloca dentro de la tina; posteriormente, las turbinas generan movimiento de la propulsión del agua, lo que hace que el derechohabiente pueda tener mayor relajación a nivel muscular y realizar los ejercicios indicados, con la ayuda de un familiar.
Juan Carlos “N” es un paciente de 38 años de edad que fue atropellado y presentó fractura de cadera y fémur, además de que el traumatismo severo lo llevó a ser intubado; tras permanecer un mes en terapia intensiva, actualmente se rehabilita en esta unidad y ha logrado doblar y apoyar su pierna gracias a las sesiones en la Tina de Hubbard.
Camacho Aguilar comentó que al paciente le fueron colocados placas y tornillos para poder fijar de nuevo su cadera, lo que le dejó una lesión de nervio que provocó que la señal que viene desde el cerebro hacia la extremidad no sea de calidad, “es como si fuera un cable que está roto, por tal motivo, sus músculos no reciben información adecuada y no pueden trabajar, ni sostenerlo para que él pueda caminar adecuadamente”.
María “N”, mamá de Juan Carlos “N”, comentó que su hijo ha tenido un avance muy grande en su pierna y destacó el buen trato que han recibido por parte del personal de la UMFR.
“No tengan miedo de venir, hay buen trato, el Instituto tiene muy buen equipo para la rehabilitación de los pacientes, es una gran oportunidad que no deben desaprovechar”, enfatizó la mamá de Juan Carlos “N”.
La Tina de Hubbard es ideal para pacientes con mucho dolor, que no tienen forma de moverse y paulatinamente recuperan movilidad.