Celebrar la igualdad de género e invertir en el empoderamiento de las mujeres, así como afianzar los avances en la democratización de la vida interna de los sindicatos son algunos de los desafíos expresados en el Conversatorio Sindicalismo con Perspectiva de Género, organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Fundación Friedrich Ebert en México, en el marco del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Sindicalistas.
En su participación, Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social, aseguró que hoy la normatividad en materia sindical termina con las concesiones que los sindicatos hacían a las mujeres, al otorgarles carteras, “hoy la proporcionalidad de género es una regla en la integración de las directivas sindicales” y detalló, “en este momento participan 5 mil 300 mujeres en las directivas y existen 200 secretarias generales”.
Para Lucila Garfías Gutiérrez, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la implementación del voto universal representa un reto logístico importante para atender a los más de 2 millones y medio de afiliados, “hasta el momento, el SNTE lleva renovadas 34 dirigencias seccionales de 56, el mayor desafío lo representa el garantizar la participación de las mujeres, por eso nuestras organizaciones sindicales deben ser más incluyentes e igualitarias”, precisó.
Ada Hermelinda Salazar Loza, líder de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) enfatizó “hoy ASSA está libre, gracias a ese 70% de mujeres que integran la organización”, pero también – dijo- al establecimiento de protocolos para prevenir la violencia en el trabajo y a que la titular de la Secretaría del Trabajo es una mujer, “hay una sensibilidad cuando una mujer está al frente, hay empatía cuando se ponen en los zapatos de todas y cada una de nosotras”.
Los sindicatos se van a fortalecer siempre y cuando reconozcan que la participación de las mujeres es fundamental, ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia y aumenta la distribución de oportunidades, explicó Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México y moderadora del conversatorio.
Al responder a la interrogante sobre cuáles son los obstáculos y limitaciones que viven las mujeres en la vida sindical, Luisa Alcalde sostuvo que las mujeres tienen mayores dificultades de incorporarse por primera vez al mercado laboral, experimentan mayor deserción escolar y, existe una visión en el país para que la mujer se quede en casa, hay que romper con esas inercias, recomendó.
Refirió que el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que atiende a 2.3 millones de jóvenes, cuenta con 60% mujeres que han experimentado dificultades para incorporarse al mundo del trabajo. “Es una muestra de que las mujeres tiene mayores dificultades para incorporarse a la vida laboral y ahora, se pueden capacitar y mostrar sus habilidades, adquirir experiencia para quedarse en los centros de trabajo”. De acuerdo a datos del Inegi, abundó, es demostrable que “la mitad de las mujeres que participan en el programa se quedan en mercado laboral”.
Es importante promover políticas de igualdad que faciliten el ingreso de las mujeres al mercado laboral, además de visibilizar la necesidad de posibilitar que las empresas cuenten con políticas de inclusión y promoción de las mujeres para ocupar cargos directivos, concluyó la responsable de la política laboral en México.
Inés González destacó que fue en 1997 cuando se realizó el Encuentro Nacional de Mujeres Trabajadores y desde entonces “no se registraba una reunión con estas características en México”.
A manera de conclusión, mencionó que las mujeres en los sindicatos tienen una doble lucha: la de género, que enfrentan en su propio comité para convencer de la importancia de incorporar las demandas de las mujeres en las agendas; y la lucha de clase, con los patrones que no comprenden que los problemas de las mujeres son problemas que competen a la empresa, al sindicato y a la sociedad.
La lucha feminista explicó, no se entiende sin las mujeres sindicalistas y la democracia sindical se construye con las mujeres trabajadoras y con las lideresas, finalizó.