Icónico por su propia ubicación –en la frontera que en tiempos prehispánicos separaba a entidades tan enemistadas como la Triple Alianza y los antiguos señoríos tlaxcaltecas–, el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Zultépec-Tecoaque se ha sumado al patrimonio que custodia la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un acto que formalizó la entrega al instituto de este recinto, conocido como el casco del Ex Rancho de Santo Domingo Tequixtla, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, encabezó esta mañana, como testigo de honor, la firma del acta de donación por parte del exgobernador de Tlaxcala, don Tulio Hernández Gómez, y de la familia de este.
Acompañada por la gobernadora de la entidad, Lorena Cuéllar Cisneros, y el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, la encargada de la política cultural del país reconoció esta donación como un homenaje a don Tulio Hernández y a su pensamiento, congruente con la voluntad del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de recuperar y dignificar nuestro patrimonio cultural.
“Esta donación nos compromete profundamente a continuar dando la atención que merecen esta zona arqueológica y su museo de sitio”, vestigios, apuntó, de uno de los momentos más violentos de la época de la invasión encabezada por Hernán Cortés y sus aliados indígenas.
En este sentido, la secretaria Frausto Guerrero evocó los sucesos por los que Tecoaque –“el lugar donde se comieron a los señores o dioses”– es conocida, ya que fue en 1520 cuando una caravana, compuesta por españoles, esclavos africanos y aliados nativos, fue capturada por los residentes de la entonces población de Zultépec –cerro de las codornices–, quienes sacrificaron a los cautivos e ingirieron sus cuerpos como parte de ritos de transmutación de energías y de resistencia cultural.
Un año más tarde, Hernán Cortés comisionaría a uno de sus subalternos para integrar una comitiva militar, cuya misión fue ‘limpiar de enemigos’ el camino a Tlaxcala y exterminar a la población de Zultépec.
En su intervención, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, destacó los trabajos de investigación que desde 1990 se realizan en Tecoaque, bajo el liderazgo del arqueólogo Enrique Martínez Vargas, mismos que han permitido la localización de más de 35 mil piezas teotihuacanas y acolhuas que datan de los periodos Clásico (200-650 d.C.) y Posclásico (1200-1521 d.C.).
El antropólogo agradeció igualmente a don Tulio Hernández, ya que, dijo, su donación acredita la confianza que las comunidades, así como las autoridades estatales y municipales, tienen al instituto, gracias al trabajo sostenido de quienes lo integran.
En su intervención, la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, calificó esta ocasión como un día histórico para la entidad, ya que no solo se hace entrega al estado sino a todo México de un invaluable patrimonio.
Cabe destacar que el inmueble que ocupa el museo fue entregado al INAH el 6 de septiembre de 2002, bajo un convenio de comodato que, para este evento, se actualizó a la modalidad de donación gratuita, pura y simple.
A su vez, el terreno donde se ubica el recinto cuenta con una superficie de una hectárea –ocupada por el casco del antiguo rancho pulquero y ganadero, cuyos orígenes se remontan a la década de 1870– y dos hectáreas de terrenos de labor que lo rodean.
De acuerdo con el titular del Centro INAH Tlaxcala, José Vicente de la Rosa Herrera, esta donación permitirá iniciar tres líneas de acción en el corto plazo: ampliar el espacio de exhibición y optimizar el área de bodega y el laboratorio de sitio; mejorar los 560 metros lineales que integran el camino de acceso al museo; e iniciar las obras para colocar una barda perimetral en la zona arqueológica.
La ceremonia de donación también contó con la presencia del secretario de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez; el presidente de la Mesa Directiva de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Tlaxcala, Bladimir Zainos Flores, y el presidente municipal de Calpulalpan, Edgar Peña Nájera.