Desde hace 20 años, el historiador y promotor cultural de Tlaxcala Víctor Montero Morales se dedica a la elaboración del bordado de indumentarias para el Carnaval de Papalotla, en la región sur del estado de Tlaxcala.
En entrevista, relata que conoce todo el proceso de elaboración de los trajes de carnaval “de pies a cabeza”, lo que le ha permitido transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones.
“Ya en específico sobre los bordados, llevamos siete años trabajando, conocemos también lo que es el proceso artesanal de cómo se elabora una capa, así como también lo que es el vestuario completo, desde lo que es la pluma de avestruz, hasta lo que es el calzado”, señala.
Nacido en Papalotla hace 44 años, Víctor Montero comenta que su trabajo no solo lo realiza para las y los habitantes de esa ciudad, sino también para los municipios circunvecinos, gracias a su relación de amistad y trabajo con habitantes de la región sur de aquella entidad.
Relata que su conocimiento sobre las danzas de la región y la vestimenta lo adquirió de sus antepasados, pero también a través de unos amigos que le enseñaron el trabajo del bordado.
Si bien la vestimenta y danza típica de “Los Charros” del carnaval comparten rasgos entre varios municipios de Tlaxcala y Puebla, en cada región tiene sus peculiaridades tanto en el vestuario, sus danzas y su música que engrandecen la riqueza cultural de esta tradición.
Respecto al vestuario, Víctor Montero refiere que este llega a pesar hasta 10 kilos, entre plumas de avestruz, la máscara, la capa y su bordado, el calzado (botas o zapatos con casquillo), además de las chivarras o cueros de gamuza que cubren y protegen las pantorrillas de los chicotazos usados como protectores durante la danza de la culebra.
Explica que una capa para adulto lleva entre siete y nueve meses de elaboración, en los que se agrega materiales como hilo, lentejuela y chaquira, así como un fleco de hilaza de algodón que va alrededor de la capa.
Para el historiador y promotor cultural es de suma importancia conservar la tradición de las danzas de carnaval ya que, en el caso de Tlaxcala, en general, y de Papalotla, en particular, es parte de las tradiciones relacionadas con el ciclo agrícola. “Es un ritual de petición de lluvias hacia el campo que se realiza desde antes de la llegada de los españoles para mejorar las cosechas”. El viernes anterior al miércoles de ceniza se da inicio el carnaval, enterrando el mal humor en diversas comunidades del estado; la música el baile y la alegría son características de esta celebración, agrega el entrevistado.
Víctor Montero comenta que el trabajo artesanal de bordado destaca en las comunidades de San Cosme Mazatecochco, San Francisco Papalotla y San Miguel Tenancingo, en tanto que en la danza y la indumentaria tradicional están más arraigadas en los municipios de San Miguel Tenancingo, San Pablo del Monte, San Francisco Tepeyanco.
La tradición del carnaval entre las y los tlaxcaltecas está tan arraigada que migrantes replican estas fiestas en ciudades de Estados Unidos como Los Angeles, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y New Haven.
Actualmente, Víctor Montero Morales se encarga de organizar la parte cultural y de las relaciones públicas de Tlamach-Paki, empresa comercial y cultural especializada en el desarrollo de productos con la técnica de bordado utilizada en las capas de los charros de carnaval, con los diferentes organismos públicos o privados.