La estrategia de recuperación integral denominada Revivamos el Río Santiago es una iniciativa que partió del reconocimiento del sentido de urgencia en su implementación para la atención a la salud de las personas, el freno de la contaminación y la degradación ambiental, dicha estrategia busca que su impacto transformador trascienda y se convierta en una agenda continua y de largo plazo enfocada en la recuperación sostenible y la posterior conservación. Este reto lo asumió el Gobierno de Jalisco a partir del 2018, con un abordaje integral histórico a través de la definición del Área de Intervención Prioritaria (AIP), que también considera acciones de prevención y atención a la salud, inspección e infraestructura.
El Coordinador de Gestión del Territorio, René Caro Gómez, mencionó que al iniciar la administración se tenía claro que para lograr la recuperación integral del río, eran necesarias tres rutas de acción: 1)información completa, clara y precisa sobre el estado actual de la calidad del agua del río, comprendiendo la complejidad y las condiciones particulares de cada tramo; 2) inversión en obras de infraestructura compleja para atender el rezago en saneamiento de aguas domésticas, bajo una lógica de cuenca; y 3)modificación de patrones productivos e industriales hacia modelos de producción sostenibles.
Por lo que se comenzó a articular una estrategia para mejorar las condiciones de la Cuenca, partiendo de tres criterios fundamentales para su desarrollo: integral, estratégica y colaborativa, con una inversión de 4,637 millones de pesos de 2019 a 2022. Entendiendo la complejidad de la contaminación del río, destacamos que, si bien el saneamiento de aguas domésticas no es la única solución necesaria, si es una de las más importantes, ya que resulta indispensable para mejorar las condiciones de la cuenca y resolver el problema de fondo. De no atender este rezago en saneamiento de aguas domésticas, sería imposible hablar de una recuperación completa.
Entre las acciones principales destacan la rehabilitación, modernización y construcción de 17 Plantas de Tratamiento (PTARs) prioritarias, que atienden a los dos afluentes principales del Río Santiago, los ríos Zula y Verde. Asimismo, está en proceso la ampliación de la PTAR El Ahogado, que permitirá una vez concluida en 2024, tratar 3,250 litros por segundo de aguas residuales municipales provenientes de los municipios de Tonalá, Tlaquepaque, El Salto, Guadalajara y Tlajomulco. Con ello lograremos el 75% de saneamiento de aguas domésticas de la Cuenca.
Por otro lado, derivado de la necesidad de contar con información confiable y actualizada, se desarrolló el Índice de Calidad de Agua (ICA), herramienta que mide y comunica de manera correcta el estado del río con todos sus contaminantes y se puede consultar en la página oficial de la estrategia. Esta, en conjunto con el Sistema de Soporte de Decisiones y el Visor Territorial del Área de Intervención Prioritaria, conformarán el VISOR SANTIAGO, plataforma integradora de herramientas de información sobre la cuenca al alcance de todas y todos.
Además, reconociendo que un alto grado de contaminación proviene de las actividades productivas e industriales localizadas en la Cuenca, y que el estado no cuenta con atribuciones para inspeccionar y sancionar descargas fuera de norma a cuerpos de agua nacionales y alcantarillado, se ha insistido en la coordinación interinstitucional para fortalecer este componente, logrando acciones de cooperación con los municipios, más no con la federación. En este sentido la PROEPA dentro de sus atribuciones, ha realizado acciones de inspección focalizadas y de manera constante se reporta a la Federación cuando durante las visitas se advierten irregularidades de competencia federal, es una gestión constante. Este año se publicó el REUDAC, (Registro Único de Descargas y Aportes Contaminantes) plataforma central de identificación de descargas, y la generación de mecanismos de acompañamiento con los municipios para capacitarlos y fortalecerlos.
Asimismo, se ha invertido en la focalización de programas para la transición hacia modelos de producción sostenibles, como la modernización de granjas a través de la construcción de plantas de tratamiento o biodigestores para el tratamiento de residuos, especialmente la cerdaza; capacitación con productores de la zona para dejar el uso de químicos y sustituirlos por insumos orgánicos y sustentables; incentivos económicos y financiamiento verde para la implementación de equipamiento sustentable; entre otros. Cabe destacar también, la construcción de la red de distribución de agua residual tratada para uso industrial en El Salto, 14.37 km de red de distribución de agua a presión desde la planta de tratamiento de El Ahogado, ofreciendo 600 lps de agua tratada para el uso seguro y productivo en actividades industriales, liberando así dicho uso, al doméstico.