De la mano de los trabajadores y empleadores transformamos el mundo del trabajo en Tamaulipas, comenzamos una nueva etapa en la impartición de justicia laboral y la democracia sindical, con la apertura de los centros federal y local de conciliación y registro, así como los tribunales laborales, afirmó Luisa María Alcalde.
Durante una gira de trabajo por Ciudad Victoria, Tamaulipas, la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social visitó los centros federal y local de Conciliación y Registro Laboral, donde expresó su beneplácito por atestiguar el surgimiento de nuevas instituciones que brindarán certidumbre en las relaciones laborales entre trabajadores y empleadores.
En compañía de la secretaria del Trabajo local Olga Sosa Ruiz y de Esteban Martínez, titular de la Unidad de Enlace para la Reforma al Sistema de Justicia Laboral, Luisa María Alcalde tomó protesta e hizo entrega de nombramientos a los nuevos servidores públicos de la Secretaría del Trabajo, para coadyuvar en la transformación de Tamaulipas.
La apuesta del nuevo modelo es que la conciliación sea la base mediante la cual se desahogue la conflictividad laboral a través de convenios, que se escuche a las partes y que se dé por concluido el conflicto, para no llegar a un juicio, explicó la funcionaria federal.
Luisa Alcalde detalló que la oralidad, la presencia del juzgador que escucha a las partes, desahoga pruebas y resuelve en un corto plazo, garantiza una verdadera impartición de justicia.
En todo el territorio nacional, subrayó la responsable de la política laboral, ya opera el nuevo modelo de justicia laboral, es un esfuerzo del Gobierno de México, del poder judicial federal, de los gobiernos y tribunales de los Estados, “hemos creado 151 Centros de Conciliación, con 802 conciliadores altamente capacitados, y 148 Tribunales Laborales, que se encuentran a cargo de 319 jueces”.
La pieza clave de la libertad sindical, dijo Luisa María Alcalde, es el voto personal, libre, directo y secreto para que los trabajadores elijan a sus representantes de manera democrática, sin mano alzada, sin intermediarios.
Ahora para poder firmar un contrato colectivo de trabajo, refirió, necesariamente el sindicato debió acudir ante la autoridad laboral y obtener una constancia de representatividad, donde tendrá que acreditar el respaldo de por lo menos 30% de los trabajadores de la empresa.
El nuevo modelo laboral se basa en un diálogo social auténtico, con reglas claras
para todos y respeto a la normatividad nacional e internacional, para garantizar prosperidad, estabilidad y mejores salarios, concluyó