El Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México fue sede de la celebración del 45 aniversario de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey (Esmdm) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), evento en el que se reunieron el sábado por la noche docentes, directivos, egresados, familiares de las y los estudiantes, así como invitados especiales de la comunidad artística nacional e internacional.
Fue la subdirectora general de Educación e Investigación Artísticas, Mónica Hernández Riquelme, quien dio lectura al mensaje de la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, en el que expresó a la comunidad de la Esmdm: “Su presencia en este Palacio de Bellas Artes representa un acto de resiliencia, luego de transitar con éxito dificultades diversas que la contingencia sanitaria nos puso enfrente.
“Asumir que el arte es una alternativa tan válida, digna y prometedora como cualquier otra disciplina científica o técnica; contar con el apoyo y acompañamiento de sus familias es una gran fortuna. Es por ello que les agradecemos su confianza, su caminar junto a la Escuela y ahora, su presencia en esta Gala”, dijo.
En su mensaje enviado señaló “en Guanajuato, donde me encuentro atendiendo el 50 Aniversario de la Compañía Nacional de Teatro, en el marco del 50 Aniversario del propio Festival Internacional Cervantino, reciban mi reconocimiento pleno”.
Reconoció la presencia de grandes artistas que ha formado el plantel del Instituto, así como la labor del Patronato y la dirección de la escuela encabezada por Diana Farias Ortegón, y todas las mujeres que han estado involucradas, pues representa una de las instituciones artísticas más significativas en el país.
“Esta noche el Palacio de Bellas Artes recibe con alegría a quienes, en Monterrey y desde diversas latitudes, han hecho su apuesta de vida por el arte. Durante muchos años han puesto su energía en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la docencia, en cargos directivos o en otras labores indispensables para que las niñas y los niñas, y jóvenes que integran la Escuela Nacional de Música y Danza de Monterrey, abracen sus disciplinas con rigor, con pertinencia académica y artística, pero sobre todo con respeto, amor y esperanza”.
En su mensaje, mencionó que asumir que el arte es una alternativa tan válida, digna y prometedora como cualquier otra disciplina científica o técnica; y contar con el apoyo y acompañamiento de las familias es una gran fortuna para quienes han decidido que la danza y la música sean su forma de vida. “Es por ello que les agradecemos su confianza, su caminar junto a la escuela y ahora, su presencia en esta gala”.