Quetzalcóatl en Tollan Cholollan, Danza de Tecuanes, Carnaval de San Agustín Tlaxco y La reina del huipil son parte de las coreografías que la Compañía de Danza Folklórica Mexicana C’Acatl presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo como parte de la temporada Patria Grande, en el marco de la estrategia #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
El patrimonio dancístico de Puebla podrá ser apreciado en la Ciudad de México a través de la Compañía de Danza Folklórica Mexicana C’Acatl que, desde hace más de tres décadas y media, ha difundido las danzas de esta entidad.
El Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque (CCB) es el escenario que abrirá sus puertas a esta agrupación, que ofrecerá una sola función el domingo 18 de septiembre, a las 18:00 horas, como parte de la temporada Patria Grande, organizada por la Coordinación Nacional de Danza del Inbal.
El maestro Vidal Calvario Tépox, director de la compañía, explica que, como residente de Santa Isabel Cholula, siempre ha mostrado interés en difundir el legado dancístico de Puebla, guiado por los recuerdos de la infancia.
Al respecto comparte: “Las fiestas patronales, la indumentaria, la comida y la música despertaron en mí una curiosidad por el registro, la investigación y la vivencia misma de las fiestas que, en conjunto con la creatividad, la imaginación y la manera de soñar, me guiaron para la puesta en escena de estas danzas”.
Para el maestro y su grupo es importante mantener vigente el legado dancístico, porque mucha gente de la sierra ha dejado sus lugares de residencia en busca de trabajo y una mejor calidad de vida, lo que ha repercutido en la desaparición y, en muchos casos, la extinción de manifestaciones culturales de algunos pueblos de esta región.
Sobre el objetivo de su proyecto, señala: “Mostrar al público la diversidad cultural que existe en Puebla, más allá de las danzas de Los voladores y Los Huahuas, que son bastante conocidas o de sus sones festivos. Las danzas que hay en el estado no solo son numerosas, sino que de un lugar a otro los signos y símbolos cambian, lo que hace más difícil su reconocimiento e interpretación”.