El sitio prehispánico de Cañada de la Virgen, ubicado en el municipio de San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, fue declarado Zona de Monumentos Arqueológicos, por decreto presidencial.
De esta manera, a partir de este 20 de septiembre de 2022, Cañada de la Virgen se convierte en la cuadragésima novena Zona de Monumentos Arqueológicos declarada en México y la primera firmada en la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La anterior fue la Zona Arqueológica de Las Labradas, en Sinaloa, decretada en 2012.
De acuerdo con el decreto presidencial, signado el 14 de septiembre por el jefe del Ejecutivo federal, la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, y el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Guillermo Meyer Falcón, y publicado el 19 de septiembre de 2022 en el Diario Oficial de la Federación, la declaratoria comprende una superficie total de 722 hectáreas, 98 áreas y 55.50 centiáreas, con base en el plano realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En dicha área quedan comprendidos los monumentos arqueológicos: Complejo A o Casa de los Trece Cielos, Complejo B o Casa de la Noche más Larga, Complejo C, Complejo D o Casa del Viento, El jagüey llamado “Amanalli”, la calzada que da acceso al recinto prehispánico –de 18 metros de ancho y más de 900 metros de largo–; además de los montículos, plataformas, conjuntos habitacionales y talleres que aún no se han explorado y se hallan al interior de la poligonal.
Cañada de La Virgen es un asentamiento prehispánico de origen hñähñu (otomí), que los antiguos habitantes construyeron a partir de la contemplación de la ruta del sol, de tal manera que sus templos presentan una alineación simétrica con los astros, cuya característica la hace una ciudad única entre los centros ceremoniales mesoamericanos.
El sitio tuvo su apogeo entre 600 y 900 d.C., durante el periodo Epiclásico mesoamericano. Su patrón arquitectónico se compone de un eje de simetría dirigido a la salida y puesta del sol y la luna, y una posición defensiva que domina visualmente la cuenca central del río Laja, lo que indica su importancia ritual.
Su patio hundido es un claro ejemplo de este aspecto arquitectónico, distintivo de la tradición arqueológica de Guanajuato, al ser un elemento que ordenaba el espacio construido y determinaba la disposición de los basamentos piramidales, por lo que se concibe como lugar de prácticas rituales, lugar de reunión y asiento de los antiguos dirigentes.
Algunas de sus estructuras siguen tradiciones arquitectónicas teotihuacanas, modificadas y adaptadas a patrones locales, probablemente, relacionados con los movimientos poblacionales que antecedieron y formaron parte de la caída de Teotihuacan.
Los datos de la cultura material encontrada durante las excavaciones indican que ahí vivía la clase de elite sacerdotal y en torno al centro ceremonial se ubicaban las poblaciones que se diseminaban en otros parajes de la región, las cuales visitaban Cañada de la Virgen en procesiones y peregrinaciones.