Prevenibles, 90% de casos de accidente cerebrovascular asociados con obesidad e hipertensión: Issste

Prevenibles, 90% de casos de accidente cerebrovascular asociados con obesidad e hipertensión: Issste

• EVC, entre primeras causas de años de vida ajustados a discapacidad a partir de los 50 años

• Campaña “¿Ya PrevIssste? ¡Ya la hiciste!” fomenta alimentación saludable y activación física para reducir riesgo

En el Día Mundial del Cerebro, el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno Santaella, destacó la importancia de la prevención y promoción del autocuidado diario de la salud para evitar caer en obesidad e hipertensión arterial, principales causas asociadas al 90 por ciento de casos de ictus, como se denomina al accidente cerebrovascular (ACV), séptima causa de muerte general en México.

El titular del instituto invitó a las familias derechohabientes a fomentar mente y cuerpo sanos, así como a realizar cambios en su estilo de vida para mejorar la alimentación y aumentar la actividad física cotidiana, deportiva, recreativa y participar en programas de atención primaria a la salud, así como en la campaña “¿Ya PrevIssste? ¡Ya la hiciste!” que promueve el organismo a nivel nacional.

El director normativo de Salud, Ramiro López Elizalde, señaló que la enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular (ECV) constituyen los dos primeros motivos de años de vida ajustados a discapacidad en personas de 50 años y más:

“La importancia de prevenir la EVC radica en que es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. En el Issste, entre 2015 y 2020 registramos el egreso de 32 mil pacientes por infarto agudo al miocardio y 22 mil por evento vascular cerebral”, refirió.

Respecto a la prevención, puntualizó que de acuerdo con el estudio multicéntrico Interstroke —en referencia al ictus— bit.ly/3IXFzim que incluyó evaluaciones en 32 países de todos los continentes y fue financiado por los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, organismos y laboratorios, se identificó la magnitud del impacto de los factores de riesgo modificables en el infarto cerebral, como hipertensión arterial, falta de actividad física regular, índice elevado cintura-cadera y diabetes mellitus; todos, prevenibles mediante acciones cotidianas de autocuidado de la salud.

Ante esta evidencia, agregó que en el Issste se impulsan diversos programas que impactan en la prevención de EVC y, en general, de la obesidad, además de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).

Otra iniciativa para concientizar a la población en identificar signos alertadores del ictus, es a través de la nemotecnia DALE, en referencia a (debilidad facial, asimetría de la cara y lengua trabada). Si una persona presenta alguno de estos síntomas, es importante que acuda de inmediato a los servicios de urgencias del hospital más cercano, advirtió.

La responsable del programa ResIssste Cerebro, Dulce María Bonifacio, explicó que la EVC es una enfermedad tiempo-dependiente: por cada minuto que una arteria está obstruida se pierden millones de neuronas y sus conexiones; la pronta restauración del flujo sanguíneo cerebral es el predictor más importante del pronóstico; por ello, la identificación inmediata y su atención oportuna son esenciales.

La cadena de atención al ictus inicia con el reconocimiento de síntomas, por lo que es fundamental que la población general los identifique rápidamente, ya que las estrategias de reperfusión actuales —indicadas para restablecer la circulación sanguínea en arterias y venas del cerebro— tienen un tiempo límite para su aplicación, detalló.

ResIssste Cerebro fue implementado a inicios de 2019. “Este modelo de atención hub-and-spoke (centro y distribución) vincula un centro avanzado de ictus en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” que ofrece trombectomía mecánica 24/7 y cuenta con herramientas necesarias para atender pacientes en ventana extendida hasta 24 horas tras el inicio de síntomas, con seis Centros Esenciales en Ciudad de México, Estado de México y Pachuca”, informó la especialista.

A su vez, se implementó un programa de actualización y educación médica continua para realizar trombólisis, seguido de transferencia al centro avanzado en caso de que lo requiera el paciente.

Mediante este programa se ha logrado elevar a 44 por ciento el porcentaje de trombólisis del siete por ciento reportado por los Institutos Nacionales de Salud en 2019. “Contamos con un plan estratégico para replicar gradualmente este exitoso modelo de atención en toda la República mexicana”, concluyó.

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