Alegoría de la Virgen de Guadalupe –mural del pintor mexicano Fermín Revueltas (1903-1935) que se localiza en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (hoy Museo de San Ildefonso), en el Centro Histórico de la Ciudad de México– es la representación alegórica de la tradicional veneración que se le rinde a la Guadalupana en nuestro país.
Revueltas comenzó a pintar su primer mural en diciembre de 1922 y lo terminó hacia junio de 1923. Destaca no sólo por su innovadora propuesta formal, sino también por el tema que aborda: el mestizaje, el cual está vinculado con El desembarco de los españoles y la cruz plantada en tierras nuevas, de Ramón Alva de la Canal, así como con Masacre en el Templo Mayor, de Jean Charlot, y La fiesta del Señor de Chalma, de Fernando Leal, murales que igualmente se encuentran en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
“En el caso de Alegoría de la Virgen de Guadalupe, muestra a unos peregrinos que visitan a la Guadalupana, aunque también podría ser una aparición de esta sobre el Cerro del Tepeyac. Es una composición triangular que de algún modo evoca una pirámide y que alude a lo que la antropóloga Anita Brenner denominaría luego ‘los ídolos detrás de los altares’; o sea, la religiosidad indígena que ha pervivido a través del cristianismo, o bien la transformación de la religión católica en un espacio sincrético”, indica Sandra Zetina, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas.
Cultura rural
Muy a tono con las ideas acerca del mestizaje que José Vasconcelos –a la sazón secretario de Educación Pública del gobierno de Álvaro Obregón y principal promotor del muralismo mexicano– expondría dos años después en su ensayo La raza cósmica, Revueltas presenta en este mural a individuos con fisonomías y tonos de piel distintos.
“Entre ellos se puede ver a una mujer vestida como tehuana, a otra que carga en la espalda a su hijo pequeño, a otra más sentada con un niño en brazos y a un par de hombres con sombrero (uno se cubre parte del rostro con una manta) que podrían pasar por zapatistas”, comenta la investigadora.
Al igual que Jean Charlot y Fernando Leal, Fermín Revueltas estudió y dio clases en la primera Escuela de Pintura al Aire Libre, fundada en 1913 por Alfredo Ramos Martínez en el pueblo de Santa Anita, en Iztapalapa.
“Ahí fue donde Revueltas conoció a Luz, una modelo indígena de Milpa Alta que hablaba náhuatl y que posó para Diego Rivera, Jean Charlot, Fernando Leal y él mismo, y donde entró en contacto con la cultura rural, claramente presente en Alegoría de la Virgen de Guadalupe”, señala Zetina.
Como parte del proyecto de investigación “El espacio y el color. Estudios interdisciplinarios del arte moderno mexicano”, coordinado por Zetina, un equipo multidisciplinario del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC) analiza los materiales de Alegoría de la Virgen de Guadalupe para descubrir cómo fue su proceso creativo, pero también para saber cuál es su estado de conservación y de qué manera se puede preservar en el futuro.